THE OBJECTIVE
Jorge Vilches

Eres franquista y no lo sabes

«Nuestro líder tiene esa perspicacia superior para saber cuál es el lado correcto de la Historia»

Opinión
57 comentarios
Eres franquista y no lo sabes

Alejandra Svriz

Se equivocó Fukuyama: el sanchismo es el auténtico fin de la Historia. No hay un sistema de ideas y valores más perfecto y acabado, un maridaje tan inmaculado del progresismo con una persona. Y esa persona es Sánchez. El sanchismo es la conclusión lógica de la Ilustración, del racionalismo y la ciencia, de las revoluciones y del pensamiento. 

Cuando Rousseau escribía, pensaba en Sánchez. Si Kant tenía en mente a alguien capaz de llevar la paz a la Humanidad, esa era Sánchez. En el momento en el que De Gasperi, Churchill o Adenauer, Willy Wrandt y Olof Palme imaginaron el progreso europeo con mayúsculas, aventuraban que alguna vez saldría alguien como Pedro Sánchez para llevarlo a cabo. 

Nuestro líder tiene esa perspicacia superior para saber cuál es el lado correcto de la Historia. Hasta que la Providencia no nos ha regalado su presencia en Moncloa, no sabíamos cómo interpretar a Franco, la Transición, al rey Juan Carlos o la mismísima democracia. Loada sea la religión del Progreso. Sacrificamos en su altar pocos cabritillos -o brócoli si hay veganos entre nosotros- para agradecer tamaña dicha. Los españoles somos un pueblo ingrato e ignorante.

«El pecado del PP y del PSOE antes de Sánchez es no haber sido sanchistas»

Menos mal que en El País están estos días dando llamadas de alerta ante el franquismo actual. Sí, han leído bien: actual. Dicen sus augures siguiendo las consignas sanchistas que Vox está alimentando la reivindicación de Franco entre las nuevas generaciones, y que Feijóo no lo condena. Es más, pontifican que los populares tenían que haber tomado la iniciativa de trasladar al dictador a una tumba familiar cuando gobernaron Aznar o Rajoy. Por cierto, nada dicen a este respecto de las etapas de González y Zapatero, donde Franco siguió tan plácidamente enterrado en el Valle de los Caídos. En resumen: el pecado del PP y del PSOE antes de Sánchez es no haber sido sanchista

Ahora es otra cosa. Hemos despertado. La Historia ha terminado para jamás de los jamases. Para eso el Gobierno ha convocado un año 2025 lleno de photocalls para Sánchez exhibiendo una infinidad de gestos antifranquistas. Este es el pasado que los españoles deben recordar, y no el inmediato, ese tan incómodo y lleno de bulos que se refiere a Begoña Gómez, Koldo, Ábalos, Ángel Víctor Torres, el Fiscal, Aldama, el Hermanísimo, Delcy Rodríguez, Zapatero en Venezuela, o el mismísimo Sánchez. 

Qué importa lo que pasó en el último quinquenio cuando la amenaza de Franco, muerto hace 50 años, está ahí, latente y amenazante. Hay que alertar a nuestros jóvenes, que no tienen la calidad democrática de los “países europeos”, donde repudian a Hitler, Mussolini y Petain. Se refieren a esos jóvenes españoles que no saben ni cómo se escriben estos dos últimos, pero da igual, porque tienen un metalenguaje y una neuroplasticidad bizcochable para el fascismo. Afortunadamente contamos con Bolaños, Montero y sobre todo con Sánchez para conducir a la juventud a través de bonos culturales, Broncano y la propaganda gubernamental. Aún queda esperanza.

Más vale que el PP y Vox se corrijan, porque sus silencios y quietudes, sus palabras y acciones, su bigote sin afeitar, delata un franquismo atroz. Pero no solo sus dirigentes, sino sus votantes, esos once millones de españoles cegados por los bulos que les conducen a adorar al franquismo. ¿No se dan cuenta de que Sánchez es la culminación de la democracia y de que Feijóo y Abascal son hijos putativos de Franco? Incluso Ayuso, que tiene maniatado al líder del PP, no quiere reconocer ese espíritu del 18 de Julio que impulsa todas sus acciones. Porque solamente un franquista puede ser crítico con el sanchismo.

¿Y las encuestas que dicen que un 26% de los jóvenes verían bien un autoritarismo bajo determinadas circunstancias? No se refieren a dictaduras de izquierdas, bolivarianas o nacionalistas, incluso a que Sánchez asuma todos los poderes, no. Todo el que lea El País sabe que autoritarismo es sinónimo de derecha. Esto debería servir para rectificar las obras de los clásicos de la filosofía y de la ciencia política. Tenemos confianza en que Sánchez escriba el tratado definitivo sobre Teoría del Estado y de la Democracia que ponga punto final a los debates intelectuales de los últimos 300 años. Y otro volumen, con fotos, claro, sobre su lucha para rectificar la Historia. Podría titularlo “Así acabé con Franco en un pispás”. 

Sánchez debería ser nuestro superhéroe favorito. Es lógico. Es el Ulises que llevó España a la democracia tras mil desventuras. El Quijote que salvó a las Dulcineas, vamos, que protegió a todas las mujeres de los machirulos de la derecha (En realidad, Ábalos y Errejón son fachas). Es el hobbit que salvó la Progresía Medía de los orcos populares y voxeros. El Gandhi que hablando de paz convenció a los golpistas. Es más; Sánchez desembarcó en Dunkerque para acabar con Hitler, fue la Resistencia contra los nazis en París, colgó a Mussolini en una gasolinera, y consiguió el harakiri de las Cortes franquistas en 1976 para iniciar la Transición. Es preciso reescribir la ley de memoria democrática, la que hizo Bildu y selló el PSOE, para incluir la verdad, que no es otra que sin Sánchez nada bueno en la Historia habría sido posible.

No voy a entrar en que el 2025 antifranquista patrocinado por Sánchez es una campaña para desviar nuestra atención de ese pasado inmediato que el PSOE no quiere que los españoles recuerden, el de su corrupción más reciente. Tampoco voy a afirmar que esta campaña trufada de mentiras y exageraciones es para alentar el aislamiento de la derecha política y el abrazo a los rupturistas. No lo voy a decir porque no quiero que me expulsen de este paraíso igualitario de armonía y felicidad inducida inspirado en Aldous Huxley.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D