A vueltas con la vivienda
«En 2007, uno de cada cuatro jóvenes se iba de la casa paterna antes de los 30 años; hoy uno de cada seis. De esos, solo el 29% tiene vivienda en propiedad»
El pasado martes 7 de enero la profesora catalana Jahel Queralt nos recordaba que ya en 2007 se celebró una manifestación en Barcelona bajo el lema No tendrás casa en la puta vida. Y desde entonces el problema de la vivienda en España no ha hecho sino empeorar. Unos pocos datos:
En 2007, uno de cada cuatro jóvenes se iba de la casa paterna antes de los 30 años; hoy uno de cada seis. De esos, solo el 29% tiene vivienda en propiedad, la mitad que en 2007, que entonces eran el 58%. En España, el 40% de las familias se gasta más del 40% de sus ingresos en el alquiler. En Francia o Alemania sólo el 18%.
La Constitución Española proclama en su artículo 47 el derecho a la vivienda: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación».
Es obvio que ese derecho no lo es realmente, pero sí es lo que los juristas llaman eufemísticamente «derecho programático». Pero otros que fueron derechos programáticos, como la sanidad o la educación, sí se convirtieron en derechos reales. Pues bien, el reto es hoy convertir el derecho a la vivienda de programático en real.
No bajar al terreno de lo real el derecho a la vivienda trae consigo problemas demográficos (baja nupcialidad y baja fecundidad) y también ataca a la salud. El hacinamiento favorece la propagación de enfermedades: pasó ya con la COVID-19 y sigue pasando con la tuberculosis en los barrios densamente poblados.
«Casi nadie niega que la caída de la fecundidad en España traerá graves consecuencias sociales»
La empresa Sigma Dos realizó entre el 13 y el 26 de diciembre de 2024 una encuesta entrevistando a 2.485 residentes en España y quedó allí claro que la vivienda es la primera aspiración para los jóvenes.
Ya casi nadie niega que la caída de la fecundidad en España traerá graves consecuencias sociales y no parece que esa caída vaya a recuperarse durante el corto y el medio plazo. En efecto, de la citada encuesta se deduce que dos tercios de los jóvenes españoles entre los 18 y los 44 años descarta tener hijos antes de 2030. Es más, en la franja de edad comprendida entre los 30 y los 44 años, los españoles que se plantean ser padres o madres en los próximos cinco años no llega al 30%.
Y lo más chocante es que dentro de esa mayoría de rechazo a la maternidad y paternidad, es más alto (91%) entre las personas con menos estudios, que tradicionalmente eran las clases sociales con la fecundidad más alta.
Para concluir, añadiré algunos datos curiosos que ha obtenido la citada encuesta: el 81,2% de los encuestados cree que existe un cambio climático, pero la querencia política influye –y de qué manera– en esa creencia (Sumar el 96,1%; PSOE el 93,5%; PP el 75,6% y Vox el 50,2%). El 69,3% de los encuestados cree que la DANA que arrasó parte de Valencia sí tiene que ver con el cambio climático, tan sólo un 24,6% descarta dicha hipótesis, entre los cuales destacan aquellos afines a Vox (63,1%).