Carter y Biden, la despedida de dos presidentes sin liderazgo
«Ambos dejaron el cargo con índices de aprobación bajos. Ninguno fue reelegido, lo que refleja la incapacidad para superar los problemas»

Ilustración de Alejandra Svriz
La historia de Estados Unidos a menudo revela patrones que conectan a políticos de diferentes épocas. Dos figuras destacadas, en esta línea del tiempo, son Jimmy Carter y Joe Biden, ambos miembros del Partido Demócrata. Sus presidencias presentan similitudes notables. Ambos se enfrentaron a graves crisis internacionales, tenían una imagen de debilidad ante la opinión pública, y salieron de la Casa Blanca sin poder conseguir un segundo mandato.
Estos dos estadistas han sido noticia en las últimas semanas. Carter falleció el 29 de diciembre a los 100 años. Biden está agotando sus últimos días en la Presidencia con una sensación de fracaso. Fue el hombre elegido para frenar a Trump en 2020, pero no ha podido evitar una segunda victoria del magnate en 2024.
El Partido Demócrata y la promesa de cambio
Jimmy Carter, presidente entre 1977 y 1981, y Joe Biden, quien asumió el cargo en 2021, llegaron al poder como candidatos del Partido Demócrata. Ambos ofrecieron un mensaje de renovación tras períodos tumultuosos, liderados por presidentes republicanos. Carter llegó a la Presidencia después de vencer a Gerald Ford en las elecciones de 1976. Era un momento de desilusión pública hacia el Gobierno Federal, tras el escándalo del Watergate y la dimisión de Richard Nixon. Biden, por su parte, llegó a la Casa Blanca después de un mandato conflictivo de Donald Trump, marcado por una pandemia global y profundas divisiones políticas, que desembocaron en el asalto al Capitolio. En ambos casos, los votantes buscaron una figura conciliadora y moderada que prometiera estabilidad y liderazgo compasivo.
Mandatos marcados por la adversidad económica
Una de las similitudes más evidentes entre ambos presidentes es la crisis económica que definió sus mandatos. Durante la presidencia de Carter, Estados Unidos enfrentó una de las peores inflaciones del siglo XX, agravada por el embargo petrolero de la OPEP y problemas estructurales en la economía. De manera similar, Biden se enfrentó a una inflación elevada, exacerbada por interrupciones en las cadenas de suministro globales, los efectos de la pandemia de la COVID-19 y el impacto de la guerra en Ucrania.
En ambos casos, la alta inflación minó la percepción pública de sus gestiones económicas, generando críticas tanto de la oposición como dentro de sus propias filas. Aunque ambos intentaron implementar medidas para controlar la situación, ninguno logró resolver completamente el problema, lo que contribuyó a una disminución significativa en sus índices de aprobación.
«Tanto Carter como Biden tuvieron dificultades para atraer al electorado. Su enfoque tecnocrático, su edad y la percepción de su debilidad política fueron utilizados por los oponentes para dañar su imagen»
Resolución de crisis internacionales
Otro paralelismo importante entre Carter y Biden es su papel a la hora de resolver crisis internacionales durante sus mandatos. Carter tuvo que gestionar la crisis de los rehenes en Irán, un conflicto que comenzó con el secuestro de 52 diplomáticos estadounidenses en Teherán, en noviembre de 1979. Aunque los rehenes fueron liberados en enero de 1981, poco después de que Carter dejara el cargo, su administración fue clave en las negociaciones.
Por su parte, Joe Biden abordó el conflicto en Oriente Medio, particularmente la escalada de tensiones entre Israel y Palestina en enero de 2024. Su gobierno desempeñó un papel clave para alcanzar un alto el fuego en la región. Aunque ambos presidentes no resolvieron por completo las complejas dinámicas geopolíticas que les tocaron lidiar, sí que lograron algunos resultados significativos que demostraron su capacidad para el diálogo y el acuerdo en el ámbito internacional.
Percepciones públicas y el legado político
Tanto Carter como Biden tuvieron dificultades para atraer al electorado. En el caso de Carter, su enfoque tecnocrático y su estilo político poco convencional generaron críticas de quienes esperaban un liderazgo más carismático. En cuanto a Biden, su edad y la percepción de su debilidad política fueron utilizados por los oponentes para dañar su imagen.
Ambos dejaron el cargo con índices de aprobación bajos. Ninguno de los dos fue reelegido lo que refleja, en parte, la incapacidad para superar los problemas económicos y políticos que definieron sus presidencias.
«La historia los recordará como líderes que vivieron tiempos difíciles con un enfoque pragmático, aunque no siempre con el éxito que esperaban»
A pesar de estas similitudes, es importante señalar que a Carter y a Biden les correspondieron contextos históricos diferentes. Carter lideró en un período marcado por la Guerra Fría y el auge del conservadurismo, que catapultaría a Ronald Reagan al poder. Biden, en cambio, fue presidente en una era de polarización extrema, condicionada por la influencia de las redes sociales, una crisis sanitaria global y un resurgimiento de tensiones internacionales con China y Rusia.
En definitiva, Jimmy Carter y Joe Biden representan capítulos singulares en la historia del Partido Demócrata y de Estados Unidos. Sus mandatos, aunque separados por décadas, comparten desafíos similares, desde crisis económicas hasta conflictos internacionales y bajas cotas de popularidad. Sin embargo, también destacan sus esfuerzos por abordar problemas globales complejos y buscar soluciones diplomáticas. La historia los recordará como líderes que vivieron tiempos difíciles con un enfoque pragmático, aunque no siempre con el éxito que esperaban. Cabe recordar, a modo de conclusión, las palabras de Nelson Mandela: «El verdadero liderazgo se manifiesta en la empatía hacia los demás y en la capacidad de inspirar y motivar a las personas hacia un objetivo común». A los dos les faltó suerte, carisma o acierto para conseguirlo.