Hay que mirar hacia el futuro
«La situación económica de nuestra juventud pide a gritos la intervención urgente de los poderes públicos en el acceso a la vivienda y la formación profesional»
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Ilustración de Alejandra Svriz.
Desde 2006, el Consejo de la Juventud de España (CJE) realiza estudios sobre la realidad de emancipación juvenil en España (el Observatorio de Emancipación), y en el primer semestre de 2024 observó que a la tasa de emancipación era la más baja de la historia: solo el 14,8 % de las personas jóvenes están emancipadas.
El informe sostiene lo siguiente:
«Si bien es cierto que en los últimos años medidas como la Reforma Laboral o la subida del SMI supusieron una mejora en las condiciones materiales de la juventud –especialmente en lo que a salario y temporalidad se refiere–, estas se quedan muy lejos de ser efectivas frente a los salvajes precios de la vivienda».
Y es que la precariedad laboral va más allá de los bajos salarios o la temporalidad. Hay que sumar a esto cifras alarmantes de sobrecualificación de los jóvenes respecto a sus puestos de trabajo y un abundante empleo a tiempo parcial, lo cual refleja una desconexión entre las capacidades de los jóvenes y las oportunidades que se les ofrecen.
La emancipación bajó del 16,3 % en el primer semestre de 2023 al 14,8% en el mismo periodo de 2024, 11,3 % por debajo de lo observado durante la recesión de 2008.
Según el informe, fue un factor sin duda decisivo para este deterioro en la tasa de emancipación el precio de las viviendas en alquiler que, un semestre más, volvió a marcar un récord histórico: una vivienda mediana costaba a finales del primer semestre de 2024 1.072 euros, la cantidad más alta desde que hay registros. Este importe era un 13,6 % más alto que el de un año antes. Así, la subida de los alquileres era el triple más alta que la subida del salario joven. Pero ni siquiera alquilando una habitación en lugar de una vivienda entera las personas jóvenes se libraban de dedicar menos del 30% de su salario a la vivienda.
Siempre según este estudio, tres de cada 10 personas jóvenes en España se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión social. Además, el 22,8 % de las personas jóvenes que tenía un trabajo también era pobre, por lo que contar con un salario no era excluía encontrarse en situación de pobreza.
«Tres de cada diez personas jóvenes en España se encuentran en riesgo de pobreza o de exclusión social»
En cuanto al empleo, el estudio señala lo siguiente:
«El salario mediano joven subió (en el primer semestre de 2024) un 4,0% interanual hasta alcanzar los 12.578,32 euros netos anuales». Sin embargo, si hacemos el cálculo a precios de 2006 para aislar el efecto de la inflación, el poder adquisitivo real para las personas jóvenes trabajadoras se redujo un 6,7 %. Por otro lado, el 25,7 % de las personas jóvenes empleadas estaban contratadas a tiempo parcial.
El informe es demoledor y, sin entrar a analizar la calidad estadística del mismo, puede afirmarse que la situación económica y profesional de nuestra juventud está pidiendo a gritos la intervención decidida y urgente de los poderes públicos en asuntos como el acceso a la vivienda y la formación profesional de nuestros jóvenes (con la vista puesta en la empleabilidad).
En lo que se refiere a la política de vivienda, tanto el PP como el PSOE han presentado sus planes y, aunque sean diferentes, también hay en ellos medidas comunes. Y uno se pregunta: ¿tanto costaría ponerse de acuerdo y sacar adelante un plan nacional? Pero, amable lector, usted y yo sabemos la respuesta: con Sánchez eso parece imposible.