Cuatro escenarios electorales plausibles
«Sánchez hará lo que considere necesario para mantenerse en el poder en la campaña electoral, una asignatura en la que el PP necesita mejorar urgentemente»

Ilustración: Alejandra Svriz.
La cada vez más pronunciada soledad del inquilino de la Moncloa en el Congreso de los Diputados materializada, además en una serie de votaciones pérdidas por el Gobierno de forma tan humillante que hubiera hecho dimitir avergonzado al mismísimo Idi Amín Dadá, en el prodigio de que por segundo año consecutivo nuestro país esté a punto de sufrir una peligrosa prórroga de los presupuestos generales del Estado, ha abierto de nuevo el debate sobre un posible adelanto electoral.
Una posibilidad que además ha adquirido corporeidad a medida que los populares dirigidos por Alberto Núñez Feijóo han logrado entreabrir tímidamente las compuertas de las transferencias de voto con los socialistas gracias a algunos aciertos estratégicos y comunicacionales como la minuciosa demolición del relato sanchista sobre las responsabilidades últimas del fiasco del decreto ómnibus realizada la pasada semana por Cuca Gamarra, Juan Bravo y el mismísimo presidente de los populares en una de las más intensas y coordinadas tournées mediática que les recuerdo en los últimos años y que ha logrado que, a pesar de los esfuerzos del siempre animoso equipo olímpico de opinión sincronizada, el 62% de los españoles culpen al PSOE del fracaso de la medida.
¿Y cuáles son esos escenarios? Pues vamos a ello.
1. Escenario Early bird: elecciones en primavera de este año
En vista de que la tarea de gobernar ha devenido en imposible y de que los trucos políticos utilizados en el pasado para cohesionar y movilizar a sus votantes, francomodín incluido, han perdido buena parte de su eficacia, Sánchez convocaría elecciones a finales de primavera con el fin de cortar de raíz el crecimiento del PP en las encuestas, evitar un descalabro electoral y mantener un grupo parlamentario suficientemente grande como para tener alguna posibilidad de mantener el gobierno o al menos, poder ejercer una oposición consistente.
Es el escenario que elegiría cualquier político con un mínimo aprecio por su país y por sus propias siglas partidarias, por tanto, un escenario muy alejado de la ética sanchista.
“Sánchez es un tahúr ventajista, por lo que el escenario más plausible es una repetición de su estrategia en las pasadas elecciones: aprovechar cualquier avatar nacional o internacional que le proporcione alguna ventaja estratégica o simbólica”
2. Escenario Andalucía hold ’em: elecciones en la primavera de 2026
Históricamente, el PSOE ha obtenido varios de sus mejores resultados electorales cuando ha hecho coincidir las elecciones generales con las autonómicas andaluzas, ya que de esta forma se garantizaba tanto la movilización de su organización territorial más potente, como un foco reivindicativo que sirviera para movilizar a los votantes progresistas de la región que más diputados aporta al Congreso, por lo que la segunda posibilidad que les planteo es que Sánchez haga coincidir las elecciones generales con las autonómicas andaluzas de 2026.
Este escenario tiene el pequeño problema de que en estos momentos Andalucía está gobernada por el Partido Popular, por lo que la mayoría de los recursos materiales que aportaba ejercer el Gobierno de la Junta de Andalucía pueden jugar en esta ocasión en contra de los socialistas.
3. Escenario All in: elecciones en mayo de 2027
Pedro Sánchez es un jugador, un apostador nato y como tal podría verse seducido por la idea de plantear a la sociedad española una apuesta a todo o nada convocando elecciones generales en coincidencia con las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2027 lo que le permitiría mantener el relato de que casi ha agotado la legislatura.
De esta forma agotaría prácticamente su mandato, encolumnaría a todo el PSOE, alcaldes incluidos en la misión, impidiendo que bajasen los brazos, como a buen seguro harían muchos de ellos de no coincidir ambos comicios.
El problema de este escenario es que, si la apuesta le sale mal, además de perder el Gobierno de la nación y casi todas las diputaciones que aún mantienen los socialistas, cientos de alcaldes del PSOE serían expulsados de sus sillones municipales produciendo un corrimiento de tierras que dejaría al PSOE en los huesos y sin cuarteles de invierno en los que refugiar a sus cuadros. Un verdadero drama.
4. Escenario Maverick: elecciones a contrapelo cuando a Pedro más le convenga
Sánchez no solo es jugador, también es un tahúr ventajista por lo que en realidad el escenario más plausible es una repetición de su estrategia en las pasadas elecciones, es decir, aprovechar cualquier avatar nacional o internacional que se produzca y le proporcione alguna ventaja estratégica o simbólica para disolver las Cortes y convocar elecciones a contrapelo tratando de pillar de nuevo a la oposición con la ropa interior a la altura de los tobillos.
Para movilizar este escenario le valdría casi cualquier cosa, desde una catástrofe natural a una invasión estadounidense de Panamá, pasando por un avistamiento alienígena o algún error dramático de los populares en su complicada relación con Vox y juega en favor del mismo que ya le funcionó una vez.
Coda
Como pueden ver, ninguno de esos escenarios otorga certeza alguna de victoria a Sánchez, de hecho todos nacen de la debilidad del Gobierno y los principales partidos que lo conforman, pero como ven y a pesar de la actual ventaja de los populares, también nos indican que Sánchez dispone de (al menos teóricas) posibilidades de mantener el Gobierno, que va a pelear hasta el final por mantenerse en el poder y que hará lo que considere necesario para lograrlo en la campaña electoral, una asignatura en la que, definitivamente, el PP necesita mejorar urgentemente.