Un Estado secreto
«Este Gobierno socialista es el más opaco, secreto, oculto y facineroso de la historia. Ya todo el dinero público pertenece al fondo de reptiles»

Ilustración de Alejandra Svriz.
Siempre hemos sabido que los recursos públicos son, en España, una canasta colosal de donde sacan dinero de bolsillo todos los gobernantes y sus empleados. Antes se conocían unos célebres «fondos de reptiles» que eran secretos y servían para financiar operaciones oscuras o corrupciones delictivas. En la actualidad todo el dinero de la nación pertenece al fondo de reptiles.
También se ha dicho, quizás con mala intención, que los gobiernos conservadores, siendo cleptómanos lo son menos que los gobiernos socialistas por la triste razón de que sus miembros suelen ser más acomodados y pasan menos necesidad. Los gobiernos de izquierdas acostumbran a llevar a la práctica el viejo vicio de que sus ejecutivos salgan de la medianía llenándose los bolsillos a gran velocidad. Siempre tengo presente el conjunto de golfos (hoy amnistiados) que alardeaban de tener en su casa billetes como «pa asar una vaca» en el gobierno socialista andaluz.
Todos los gobiernos, sean del color que sean, sin duda abusan del dinero público, pero sólo una ministra socialista osó decir que «el dinero público no es de nadie» mientras lo usaba para sus fines privados. Últimamente estamos asistiendo a una orgía de sobornos y despilfarros privados que cubren casas de putas, chalets de lujo, hoteles cinco estrellas, banquetes y, sobre todo, viajes.
Me ha parecido muy sintomática la información sobre el uso del Falcon, que tras ímprobos esfuerzos y cincuenta peticiones al ministerio de la Transparencia (¡) se ha podido hacer pública. Es un milagro porque este Gobierno socialista es el más opaco, secreto, oculto y facineroso de la historia. Cuando se pedía algo tan sencillo como el número de vuelos en los aviones del Estado y sus rutas, los de la Transparencia, haciendo buen uso de su nombre, contestaban silbando al aire La del soto del parral.
Ahora ya conocemos otro de los innumerables abusos del socialismo español. Los aviones privados conocidos genéricamente como «los Falcon» son aparatos carísimos y de mantenimiento lujoso. Poluciona más cada uno de ellos que cien camiones y son propiedad de los votantes españoles. Pues bien, tanto ha sido el uso de este medio por parte del Gobierno sanchista que se le califica ya de taxi internacional.
«Los españoles de todas las tendencias, religiones e ideologías estamos financiando las campañas del partido de Sánchez»
Como era de esperar el uso más abusivo ha sido el del presidente. Se cuentan oficialmente 582 vuelos, por lo que El Mundo, de donde tomo la información, titulaba: «Veinte vueltas al mundo». Naturalmente ninguna de las veinte vueltas ha servido para nada, pero resulta que muchos de estos vuelos coinciden con mítines del PSOE. Es decir: los españoles de todas las tendencias, religiones, clubes de fútbol e ideologías estamos financiando las campañas del partido de Sánchez. Todos y cada uno de los españoles ha puesto dinero de su bolsillo para que el señorito se traslade cómodamente al chiringuito de su partido en cien localidades españolas.
No es el único, pero sí el más escandaloso. También hay, de modo muy sospechoso, múltiples vuelos a la República Dominicana mal justificados en tanto que «etapas» o «escalas» de algún viaje más largo. El caso es que han coincidido con la denuncia de cuentas delictivas en aquel país que pertenecen a personajes progresistas.
La ocultación en la que se esconde el Gobierno actual es asombrosa. Resulta casi imposible recabar datos sobre el uso de nuestro dinero. Hay bolsas gigantescas, como la de los mil asesores de Sánchez, en cuyas aguas fecales nadan y pescan individuos cuyos nombres y sueldos son secretos y en donde se adivina que hay una buena parte de los periodistas que se supone trabajan para los medios más sumisos. Lo dicho: ya todo el dinero público pertenece al fondo de reptiles. Y la oposición sigue en la higuera.