The Objective
José María Rotellar

El peligro para la economía de la condonación de la deuda

«Es un agravio comparativo porque se condona lo que se debe; se premia a quien incumple y a quien sube impuestos; y se castiga a quien es disciplinado»

Opinión
El peligro para la economía de la condonación de la deuda

Ilustración de Alejandra Svriz.

El Gobierno ha acordado con ERC condonar la deuda catalana, asumiendo, así, un 22% de la misma, dos puntos más que la petición inicial de los independentistas a cambio de no someterse a una cuestión de confianza. Los independentistas, así, están ejerciendo una discriminación prácticamente perfecta de precios, ante la situación de debilidad del Gobierno y el empeño de éste en tratar de seguir gobernando.

Posteriormente, hace unos días, el Gobierno aprobó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera la propuesta de condonación, para elevarla al Consejo de Ministros. Se levantaron y marcharon las comunidades autónomas gobernadas por el PP, en señal de protesta, pero el Gobierno siguió su camino e impuso su mayoría cualificada, con lo que la propuesta de condonación sigue adelante.

La condonación es un grave error, porque debilita la credibilidad de la economía española, además de que, una vez más, tal y como sucedió con el diseño del Sistema de Financiación Autonómica, vuelve a estar diseñado pactado previamente con ERC, donde se hace la cuenta al revés: se estima qué quieren obtener y, basándose en ello, se formula la metodología.

Por eso, benefician a quien más se ha desviado, a quien más ha incumplido y a quien más impuestos ha subido: con todo ello, benefician a la más incumplidora, que es Cataluña, y perjudican a la más disciplinada, que es Madrid.

La condonación es un disparate que desincentiva la buena gestión, lanza una muy mala señal a los mercados, y constituye el reconocimiento de la incapacidad de poder repagar la deuda por parte de quien recibe la condonación. Por todo ello, no se puede aceptar. Aceptarlo sería entrar en ese juego, cosa que no puede ocurrir. No puede aceptar ninguna región nada, porque, en primer lugar, son propuestas perjudiciales para la economía y, en segundo lugar, es todo falso, pues la deuda no se evapora, sino que se redistribuye. De esta forma, en el Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria hemos llegado a las siguientes conclusiones:

«Los contribuyentes de todas las regiones podrían terminar financiando, vía impuestos, las deudas de las comunidades más beneficiadas»

1. Impacto en la credibilidad económica: La condonación de deuda autonómica podría afectar la percepción de la economía española ante los mercados internacionales. Al estar inicialmente vinculada a un acuerdo con Cataluña, la medida ha sido extendida a otras regiones para evitar posibles cuestionamientos de constitucionalidad, lo que ha generado un debate sobre su equidad y transparencia.

2. Distribución de beneficios: La metodología aplicada para la condonación tiende a favorecer a las regiones que han acumulado mayores niveles de deuda, como Cataluña, mientras que comunidades con una gestión fiscal más estricta, como Madrid, podrían verse menos beneficiadas. Esto plantea interrogantes sobre los incentivos que se generan para la gestión financiera autonómica.

3. Traslado de la deuda a la Administración General del Estado: La deuda condonada no se elimina, sino que se transfiere a la Administración General del Estado. Esto implica que los contribuyentes de todas las regiones podrían terminar financiando, a través de sus impuestos, las deudas de las comunidades más beneficiadas.

4. Efectos redistributivos: La medida podría generar una redistribución regresiva, ya que contribuyentes con rentas bajas de algunas, como Galicia, Murcia o Castilla y León, podrían subsidiar indirectamente a contribuyentes con rentas más altas, de algunas regiones, como Cataluña.

«La Constitución prohíbe otorgar privilegios económicos o sociales a una comunidad autónoma en detrimento de otras»

5. Cuestiones de constitucionalidad: La propuesta ha sido objeto de debate por su posible conflicto con el artículo 138.2 de la Constitución española, que prohíbe otorgar privilegios económicos o sociales a una comunidad autónoma en detrimento de otras. Además, la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) no contempla mecanismos para condonar deudas de manera unilateral.

6. Efectos en la inversión: La condonación podría enviar señales mixtas a los inversores, quienes podrían cuestionar la capacidad de las comunidades autónomas para gestionar su deuda. Esto podría tener repercusiones en el coste de financiación de la deuda española a largo plazo, especialmente si el Banco Central Europeo (BCE) reduce su respaldo a la deuda soberana.

7. Incentivos fiscales: La medida podría generar desequilibrios en los incentivos fiscales, premiando a las regiones que han acumulado mayores niveles de deuda y subido impuestos, mientras que aquellas que han mantenido una gestión más disciplinada podrían verse menos beneficiadas.

«La condonación no resuelve los problemas estructurales de financiación de las comunidades, sino que los pospone»

8. Riesgo de tensiones territoriales: La condonación podría agravar las tensiones entre comunidades autónomas, al percibirse como un trato preferencial hacia ciertas regiones en detrimento del resto.

9. Sostenibilidad a largo plazo: La condonación no resuelve los problemas estructurales de financiación de las comunidades autónomas, sino que los pospone, aumentando la dependencia de la financiación estatal y comprometiendo la estabilidad presupuestaria del país.

En resumen, es un disparate económico y un agravio comparativo, porque se condona lo que se debe; se premia a quien incumple; se premia más a quien sube impuestos; y se castiga todo lo que puede a quien es disciplinado y rebaja el infierno fiscal de los ciudadanos, al tiempo que genera regresividad.

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