The Objective
Rafael Pampillón

El precio del petróleo y la inflación se reducen

«El abaratamiento del crudo tiene implicaciones importantes sobre la economía, ya que reduce uno de los componentes clave de la inflación: los costes energéticos»

Opinión
El precio del petróleo y la inflación se reducen

Foto de archivo de extracción de petróleo.

El mercado del petróleo ha experimentado importantes ajustes en los últimos meses. Actualmente, el precio del barril Brent ronda los 70 dólares, una caída notable respecto a los 86 dólares registrados hace un año. Este descenso responde a un aumento en la oferta y a señales de debilitamiento en la demanda global. La OPEP+, el grupo de 21 países exportadores de petróleo ha ido incrementando gradualmente la producción, lo que ha contribuido a la caída de los precios.

Sin embargo, la disciplina dentro del cartel no ha sido homogénea. Algunos miembros han superado las cuotas pactadas, adelantando parte del incremento de oferta previsto para el próximo mes de abril. Esto ha dificultado los esfuerzos de la OPEP+ por mantener el equilibrio en el mercado. Además, productores ajenos a la organización, como Estados Unidos, han desempeñado un papel clave en el aumento de la oferta.

Gracias a la expansión de la fracturación hidráulica, la producción estadounidense alcanzó un récord de 13,4 millones de barriles diarios. La propia OPEP+ ha reconocido que la combinación de un menor crecimiento de la demanda en China y una mayor producción de crudo en EEUU ha ejercido presión a la baja sobre los precios, retrasando en varias ocasiones su decisión de aumentar el bombeo para evitar un exceso de oferta.

Inflación bajo control

En el lado de la demanda, el consumo de petróleo sigue creciendo, aunque a un ritmo más moderado de lo previsto. Esto se debe a un entorno económico global menos dinámico, afectado por tensiones comerciales, como la guerra arancelaria entre Estados Unidos y otros países, que ha generado incertidumbre y debilitado las perspectivas de crecimiento económico.

A pesar de estos desafíos, hay señales positivas en el control de la inflación, lo que ha fortalecido el poder adquisitivo de los consumidores y la confianza en la economía. En la zona euro, la inflación anual se redujo al 2,4% en febrero de 2025, acercándose al objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE). En EEUU, la inflación interanual cayó al 2,8% en febrero, tras haber sido del 3% en enero.

Esta moderación en los precios permite a los bancos centrales mantener los tipos de interés sin necesidad de nuevas subidas e incluso considerar futuras reducciones en la segunda mitad de este año. Un entorno de tipos de interés más bajos o estables puede impulsar la actividad económica, contrastando con los años 2022-2023, cuando produjeron agresivas subidas de los tipos que enfriaron el crecimiento global.

El impacto de un dólar más débil

El valor del dólar estadounidense también está desempeñando un papel crucial en el mercado global de la energía, especialmente en el comercio del petróleo, que se realiza predominantemente en dólares. Esto significa que los precios del crudo están directamente vinculados al valor de esta moneda. 

Cuando el dólar se deprecia frente a otras divisas, como el euro o el yen, los precios del petróleo en esas monedas experimentan una disminución. Este fenómeno ocurre porque, al estar el petróleo cotizado en dólares, un dólar más débil hace que, en términos de monedas extranjeras, este se vuelva más barato.

Para los países que utilizan monedas que se están apreciando frente al dólar, como el euro, esto significa que pueden adquirir el mismo volumen de petróleo por un coste menor, lo que tiene un impacto la reducción de los precios internos de la energía sobre todo los derivados del petróleo como la gasolina y el gasoil.

Este abaratamiento del crudo tiene implicaciones importantes sobre la economía de esos países, ya que reduce uno de los componentes clave de la inflación: los costes energéticos. Con un precio más bajo del petróleo, las empresas que dependen de esta materia prima para su producción pueden reducir sus costes, lo cual se traduce en menores precios para los consumidores y en una desaceleración de la inflación. 

Perspectivas del mercado del petróleo en 2025

Mirando hacia el futuro, se puede prever un equilibrio delicado entre una oferta en aumento y una demanda más contenida. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que, de mantenerse las tendencias actuales, la oferta superará a la demanda en unos 600.000 barriles diarios a lo largo de 2025.

En conclusión, el mercado del petróleo se encuentra en un punto de estabilidad relativa, con el Brent en torno a los 70 dólares por barril, respaldado por la acción coordinada de la OPEP+ y a una tendencia de mayor debilidad del dólar. No obstante, persisten incertidumbres sobre la evolución de la economía global y la disciplina de producción de los países petroleros. Los próximos meses serán clave para determinar si la oferta de crudo logra equilibrarse con la demanda, manteniendo los precios en los niveles actuales o llevándolos en otra dirección a medida que avance el año.

Como señaló John Maynard Keynes: “El mercado puede permanecer irracional más tiempo del que usted puede permanecer solvente”. En un entorno volátil como suele ser el del petróleo, esta máxima sigue vigente, recordándonos que la estabilidad aparente puede cambiar en cualquier momento.

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