La raza de los antirracistas
«La incompatibilidad entre ser ciudadano español o francés y ser vasco es una superstición RACISTA. Para que te enteres, Oiana, neska polita»
Ilustración de Alejandra Svriz.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces: por lo visto ahora etarras por el momento desocupados han decidido reciclarse como paladines del antirracismo. Oihana San Vicente, promotora de más de cien ongi etorri y otras actividades auxiliares de la banda a la que nunca ha dejado de pertenecer, se ha lanzado animosa a la batalla contra el racismo, enfermedad social que se da principalmente en España y Francia, cuyas leyes criminales denuncia. ¡Animalito! No vacila en señalar lo mal que lo pasan las personas que «vienen del extranjero a desarrollar su proyecto de vida en Euskal Herria» y que son ferozmente discriminadas por la ley de extranjería que las obliga a someterse «a circuitos de explotación y abuso». La bildutarra y sus cofrades se apiadan cariñosamente de nuestros hermanos llegaron del Ecuador, Bolivia, Sahara Occidental o Palestina (que tampoco son cientos de miles, porque los inmigrantes suelen ser pobres, pero no tontos y eligen a donde intentan ir) pero supongo que no les cuentan el destino al que someten a los inmigrantes que no llegan del extranjero, sino del resto del Estado democrático del que también forma parte Euskadi, de soltera Vasconia.
Que se trate lo mejor posible a los ecuatorianos o palestinos me parece chupiguay, porque seguro que pueden labrarse un futuro prometedor entre nosotros respetando leyes que no les discriminan, pero les ordenan, aunque sería tranquilizador que viesen también bien tratados a inmigrantes que en sentido estricto no lo son porque no provienen del extranjero, sino de España, casualmente como el resto de los ciudadanos de las tres provincias vascas. Los etarras, bildutarras, batasunos y demás ralea se caracterizan por haber tratado no ya como forasteros, sino como enemigos a sus compatriotas venidos a trabajar y engrandecer la tierra vasca. No les dieron una oportunidad de buscarse la vida, sino que en muchos casos les impusieron la pena de muerte. ¿Por qué? Pues por puro y simple etnicismo, o sea racismo para hablar más claro: la incompatibilidad entre ser ciudadano español o francés y ser vasco es una superstición RACISTA. Para que te enteres, Oiana, neska polita.
«Contar lo que fue ETA y sobre todo contar por qué fue ETA solo le interesa a la malvada extrema derecha»
Claro que estas cosas no corren el peligro de difundirse por Euskadi. Aunque el Gobierno vasco invierte más dinero que ningún otro en educación, sus resultados académicos no pueden ser peores si atendemos a lo que refleja el informe Pisa (lo cual tampoco es obligatorio). Nunca la ignorancia se ha pagado a tan alto precio: a veces el analfabetismo forzoso sale más caro que la instrucción. Pero es que en materias de historia o civismo ni siquiera se hace el esfuerzo. Hace pocos días la solitaria representante de Vox en el parlamento vasco planteó una proposición no de ley reclamando la incorporación del «terrorismo de ETA y su impacto social y político en los curriculos educativos vascos». Sólo votó a favor el PP, el resto de los representantes, los del PNV, PSE, Bildu, Sumar y el PSE (ah, perdón por repetirme…) se opusieron a la medida. Su coartada es que era una propuesta de Vox y ellos con Vox no quieren saber nada.
Por lo visto prefieren esperar a que sea Bildu quien reclame que se cuente en las aulas, lo que fue el terrorismo que ellos apoyaron y del que se beneficiaron tanto como los peneuveros que siguen recogiendo nueces del árbol caídas, juguetes del viento son. Contar lo que fue ETA y sobre todo contar por qué fue ETA solo le interesa a la malvada extrema derecha: mejor callarse y dejar que los jóvenes vascos aprendan (en euskera, faltaría más) los crímenes de Franco y ahora las leyes criminales de los racistas gobiernos español y francés. ¡Chitón! Que nadie les cuente cosas difíciles de explicar. ¿Cómo enseñarles que los asesinatos políticos están mal, pero que las víctimas, empedernidos españoles, eran aún peor ideológicamente que quienes les mataron? ¿Cómo contar a los tiernos infantes que matar al prójimo para sacar provecho está muy feo, aunque en este caso quienes sacaron y siguen sacando provecho son casualmente los que patrocinan en Euskadi la enseñanza? Nada, imposible, más vale callarlo. ¿Pisa? La torre de Pisa está recta y orgullosamente erguida comparada con el sesgo de la educación en el País Vasco.
No paramos de reír. En el retrete de Waterloo acaban de reunirse nada menos que Otegi y Puigdemont para hablar del futuro de Europa. ¡Otegi y Puigdemont, dos perillanes que han hecho y siguen haciendo todo lo que está en su mano para cargarse la nación democrática cuya ciudadanía ostentan! Malo es ver juntos a Trump y Putin, esa pareja de ogros nefastos, pero asistir al conciliábulo de los dos canijos sastrecillos cobardes que sólo emplearon y emplean sus mañas contra los vecinos me parece aún más repulsivo. Eso sí, ambos son pacifistas y antirracistas, menuda ralea. Pues va a creérselo su desconocido padre…
