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Rafael Pampillón

Donald Trump miente

«Trump se presenta a sí mismo como un experto negociador, pero los resultados de su estrategia económica sugieren lo contrario»

Opinión
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Donald Trump miente

Ilustración de Alejandra Svriz

Donald Trump miente cuando dice que es posible que el dinero proveniente de los aranceles será tan grande que llegue a reemplazar al impuesto sobre la renta. Sencillamente, no es viable. 

Tampoco nos dice toda la verdad cuando afirma, un día sí y otro también, que Estados Unidos está recibiendo grandes cantidades de dinero. La realidad es que, aunque el país recibe ingresos de algunas fuentes, como los aranceles y las inversiones extranjeras, esos flujos son considerablemente inferiores a la cantidad de dinero que está saliendo de los Estados Unidos. Un claro indicador de este desequilibrio es la caída de las acciones estadounidenses, la depreciación del dólar y el aumento de los tipos de interés de los bonos del gobierno.

El dólar y la política arancelaria

El mercado de divisas es complejo, pero lo esencial es que el dólar, históricamente una de las monedas más fuertes y estables del mundo, está perdiendo valor a mucha velocidad. Esto es un reflejo de varios factores, entre otros, las políticas comerciales de Trump.

Efectivamente una de las políticas clave de Trump ha sido la aplicación de aranceles, con el objetivo de proteger la industria estadounidense y reducir el déficit comercial. Los aranceles afectan principalmente a productos como el aluminio, el acero, los coches y los productos farmacéuticos. Trump ha justificado estas medidas diciendo que se trata de sustituir las importaciones que recibe por producción nacional. Una Estrategia de Sustitución de Importaciones. Se trataría de atraer inversiones extranjeras, que crearían empleo y, en última instancia, fortalecería la economía del país.

Sin embargo, los resultados de estas políticas han sido más bien decepcionantes. Aunque los aranceles han generado algunos ingresos para el gobierno estadounidense, no han logrado atraer la inversión extranjera productiva como se esperaba. De hecho, muchas empresas han preferido seguir operando en otros países, donde los costes de producción son más bajos. Además, la guerra comercial, con su ambiente de incertidumbre y cambios abruptos en las políticas, ha desalentado a los inversores extranjeros y como consecuencia contribuyendo a la depreciación del dólar.

La política monetaria de la Reserva Federal (Fed) 

Jerome Powell, presidente de la Fed, señaló este miércoles que los aranceles impuestos por Trump están siendo más altos de lo previsto, lo que podría generar una mayor inflación y un crecimiento económico más lento. Powell también ha advertido que las políticas comerciales de Trump ponen en peligro los objetivos de la Fed, que son mantener la inflación controlada y reducir el desempleo.

A pesar de que la Fed ha mantenido los tipos de interés relativamente altos (4,5%, comparado con el 2,25% de la Eurozona), el dólar no se ha fortalecido como se esperaba. Esto se debe, en gran parte, a la desconfianza generalizada en las políticas de Trump. Aunque los tipos de interés elevados deberían incentivar a los inversores a comprar activos denominados en dólares (como los bonos del Tesoro americanos), lo cierto es que la incertidumbre sobre la dirección de las políticas económicas está afectando negativamente a la demanda de dólares.

Otra de las razones por las cuales el dólar se está depreciando frente al euro (un 12% en lo que va de año) tiene que ver con las expectativas de inflación. La inflación en Estados Unidos está siendo más alta que en la Zona del Euro, lo que ha generado la percepción de que la economía estadounidense está siendo más vulnerable a las presiones inflacionarias. Por el contrario, la Eurozona ha logrado mantener la inflación bajo control, lo que ha aumentado la confianza de los inversores en la estabilidad económica europea.

En este contexto, la demanda de euros ha crecido, fortaleciendo así la moneda europea frente al dólar. Esto demuestra que, en un entorno global de incertidumbre económica, la estabilidad económica de Europa ha demostrado ser más atractiva para los inversores que las políticas caóticas de Trump.

«Trump se presenta a sí mismo como un experto negociador, pero los resultados de su estrategia económica sugieren lo contrario»

En definitiva, la incertidumbre generada por las políticas de Trump está jugando un papel crucial en la depreciación del dólar. La imprevisibilidad de la guerra comercial, sumada a la inestabilidad generada por los constantes cambios en otras políticas económicas, está desalentando a las empresas extranjeras a invertir en Estados Unidos. Las empresas requieren un entorno predecible y estable para tomar decisiones de inversión a largo plazo, algo que las políticas de Trump no están ofreciendo.

¿Dónde está la confianza?

Resumiendo, la depreciación del dólar y la fuerte salida de capitales reflejan una economía estadounidense cada vez más inestable. Falta un marco legal coherente, lo que sumado a la inseguridad jurídica sobre cómo las leyes y regulaciones podrían cambiar en el futuro, contribuyen a una menor atracción de inversión extranjera. 

Trump se presenta a sí mismo como un experto negociador, pero los resultados de su estrategia económica sugieren lo contrario. Si bien es cierto que su administración ha logrado algunos éxitos superficiales, las políticas que ha implementado, como, por ejemplo, la guerra comercial, están generando más dudas que certezas. 

Lo que estamos viendo no es una táctica de “que va de farol” (como dirían algunos) en la que Trump espera que otros cedan bajo presión. Más bien, estamos ante una serie de medidas sin una estrategia coherente que ignora una de las reglas fundamentales de cualquier negociación: la confianza es difícil de conseguir, fácil de perder y casi imposible de recuperar.

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