'Spagna anno zero'
«El principal problema de España va a ser el post-sanchismo, como lo fue el post-franquismo. ¿Serán juzgados los principales culpables de nuestra decadencia?»

Ilustración de Alejandra Svriz.
No hace muchos días, a primera hora de la mañana, en un kiosko muy cercano a la sede de este periódico, me encontraba departiendo las noticias del día con la dueña del establecimiento, siempre sagaz en sus juicios, cuando vimos que se acercaba un joven, robusto y bruto dueño de un perro bulldozer. Llevaba un bozal, lo que lo hacía más feo aún y violento. Mi perro, un apacible labrador que nos escuchaba pacientemente, se refugió entre mis piernas y rosmó (mostrar desagrado en gallego). El dueño ni nos miró y dirigiéndose a su can le dijo: «Como te suelte de este no van a quedar ni los huesos». La kioskera y yo quedamos estupefactos. Yo lo recriminé. Él hizo varias veces el ademán de soltarlo. Lo animé a que lo hiciera. Finalmente, se fue increpado por los viandantes. Es curioso que en un país de gente maleducada, analfabeta culturalmente y resentida, se anime a la ciudadanía al antimeritoriaje. Que se ensalce el no saber, la mala educación cívica y el salvajismo.
Seguramente este individuo era un frustrado violento, un amargado, y por eso había que permitirle que nos agrediera para satisfacer todo el mal que le había producido nuestra rastrera sociedad. ¿Dedicará su animal a la lucha de perros y a las apuestas? Quién sabe. Pero es un buen símbolo de lo que pasa en nuestros días. En realidad, este Gobierno, en muchos casos, se ha dedicado a azuzar a sus perros de presa contra los diferentes estamentos sociales disidentes, incluso de su propia ideología hoy en almoneda.
Sabemos que, a lo largo de la historia, y esto nos da ánimo, nada perdura. En este sentido podemos estar tranquilos de que a Sánchez ya no lo verán nuestros nietos. ¡Qué personaje atrabiliario! Acaba de aprobar una ayuda para la compra de gafas y lentillas para los menores de 16 años. Como sabemos es la edad en la cual la vista está más perjudicada, la juventud y la vista han sido siempre muy incompatibles. En el resto de las edades mejora.
Con Sánchez vivimos en la emergencia cotidiana: pandemias, danas, apagones totales (ni con Franco), vídeos contra jueces-las fuerzas de seguridad-los periodistas irredentos y demás. Vivimos en el susto cotidiano, en la intranquilidad perpetua, en la vergüenza como país y en el ridículo mundial. La credibilidad y la admiración hacia nuestra democracia se ha ido desvaneciendo en estos últimos siete años. Estamos en manos de unos impostores, de unos rufianes, de unos indocumentados que no ganaron las elecciones y son rehenes de otros, incluso peores que ellos. Este no es el Partido Socialista que habíamos conocido en la democracia.
Pero a mí no solo me preocupa este presente incierto, sino el futuro que nos va a quedar después de tantas decisiones irresponsables, muchas de las cuales ya no tienen marcha atrás. ¿Cómo vivir en tierra quemada? Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, Roberto Rossellini se trasladó al Berlín arrasado para rodar una de sus grandes obras maestras, Germania anno zero. Bertolucci le hace decir a uno de sus personajes que no se podía vivir sin Rossellini. Hoy ya sin ambos. ¿Quién rodará Spagna anno zero?
«Cuándo el tirano de tiranos caiga, ¿existirá España o la Ex España como la Ex Yugoslavia?»
En el año 399 a.C. moría en Atenas, Sócrates. Era nativo de Alopece. Al final de sus años de existencia la democracia ateniense estaba en quiebra, no se encontraba a la altura del gobierno ideal representado por un perfecto régimen dirigido por filósofos, es decir, por gente culta, preparada y honorable. Atenas vivía en una agitación permanente. Sócrates era pasto de la misma. La democracia fue derrocada por una Junta conocida como los Treinta Tiranos, dirigida por un pariente de Platón, Critias, alumno y amigo del filósofo. Los tiranos gobernaron un año y después la democracia ateniense fue restaurada. María Zambrano destacaba de Sócrates «el ejercicio vital de conocer»: la justicia, el amor o la virtud. Evidentemente, podemos sacar muchas similitudes con lo que nos está pasando.
Nosotros no tenemos treinta tiranos, pero sí unos cuantos manejados por su jefe. Sócrates había reaccionado a la crisis general de la sociedad griega que estaba tomada por los sofistas, ejecutores de trucos retóricos vacíos que representaban un autoempeoramiento de la tradición de la polis. Sócrates, como a no mucho más tardar tendremos que hacer nosotros, pidió un autocuestionamiento radical. En nuestro caso redifinir lo que es nuestro país y qué representan estas palabras manoseadas y retorcidas hasta la extenuación. Son, por ejemplo, virtud, moral, ética, verdad, bondad, educación, justicia, equidad, corrupción, país, Estado, constitución, democracia, autocracia y demás. El filme de Rossellini también hablaba de esto. Cuándo el tirano de tiranos caiga habrá que hablar de todo esto. ¿Existirá España o la Ex España como la Ex Yugoslavia? ¿Qué querremos decir entonces cuando hablemos de la igualdad, la libertad, los derechos humanos, el pueblo, la solidaridad, la emancipación y así sucesivamente? ¿Podremos seguir en Europa representando uno de sus principales problemas? ¿Somos el Caballo de Troya de Bruselas?
El principal problema de España va a ser el post-sanchismo, como lo fue el post-franquismo. Cada uno con sus características propias bastante notables afortunadamente. ¿Qué post-sanchismo nos espera? ¿Serán juzgados como en Atenas los principales culpables de nuestra decadencia? ¿Serán analizadas las fortunas de los intermediarios políticos? ¿Serán Cataluña y las Vascongadas repúblicas federadas a una monarquía parlamentaria o ya todas ellas repúblicas? La Constitución, después de todo lo pasado, debe ser reformada y añadir leyes que eviten la usurpación del poder. Usurpación por parte de los perjuros. Usurpación por parte de quienes han traicionado al Estado.
El post-sanchismo será un asunto grave y también, por supuesto, para el propio PSOE, que deberá afrontar una reconstrucción integral. Porque PP y PSOE siguen siendo fundamentales en la gobernación del país y ambos, ya en razón, deben evitar que los extremismos de cada uno de sus lados nos conduzcan a una confrontación que creíamos ya superada por el funcionamiento de la democracia liberal y parlamentaria. Y si en algún momento la extrema derecha desbordara los límites de la derecha democrática y constitucionalista, el principal culpable será Sánchez y, seguidamente, su partido construido a imagen y semejanza.
Germania anno zero. Spagna anno zero. Ese debe ser el tiempo de sanar la democracia.