The Objective
Francisco Sierra

Sánchez ya tiene cómplices

«Hoy de nuevo ha quedado claro que para los socios de gobierno y parlamentarios lo importante es el botín que puedan conseguir antes de que llegue el PP al poder»

Opinión
Sánchez ya tiene cómplices

Ilustración de Alejandra Svriz.

La comparecencia del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre los gravísimos casos de corrupción que afectan al gobierno y al partido socialista, pasará a la historia del parlamentarismo español como una de las más cínicas que se haya vivido nunca en nuestra reciente democracia. «Antes corruptos a que llegue la derecha». Ese es el mensaje y el nivel ético en el que se manejan los diputados socialistas y sus socios de gobierno y parlamentarios.

Pocas veces se ha visto un ejemplo tal de falso victimismo explicado con mentiras y defendido con un supuesto nuevo paquete de medidas para luchar contra la corrupción. Algunas ya anunciadas hace más de un año sin que se hayan llevado a cabo, y otras rodeadas de supuestas efectividades por ir acompañadas de inteligencia artificial en el proceso de adjudicación de concesiones públicas, como si esas dos palabras evitaran que haya nuevos casos como los de Cerdán y Ábalos. 

Olvida Sánchez que el principal paquete de medidas existe ya desde hace mucho tiempo contra la corrupción. Se llama Código Penal. Y que la mejor IA se llama UCO, jueces independientes y prensa crítica libre. Ese Sánchez que aparece con aspecto doliente y famélico y que es el mismo que rebajó la pena de la malversación. Ese ha sido su mayor hito en su relación con la corrupción. 

Sánchez miente en su defensa, miente en sus ataques, miente cuando habla y miente hasta cuando calla. Hoy ha vuelto a demostrarlo al presentarse como la víctima de los dos hombres más cercanos a él en su trayectoria política, los dos con los que, en compañía del camarada Koldo –el que protegió sus avales en las primarias– se pasaron semanas viajando por España. Horas y horas juntos en el coche no le permitieron a Sánchez conocer la calaña de sus tres acompañantes. 

Pobre, se siente avergonzado y decepcionado. Le han fallado y los españoles debemos acompañarle en su dolor. Nos emplaza a no pedirle responsabilidades políticas por su torpeza, inacción y mentiras porque él, nos intenta convencer, es la víctima. Y sigue mintiendo cuando dice que se había planteado dimitir y convocar elecciones. Justo lo contrario que dijo hace unos días en Ferraz. El mentir es algo superior a sus fuerzas. No es culpa suya nada. No lo es la corrupción en el gobierno durante siete años. Tampoco, dice, es culpa suya la corrupción en las primarias del partido con las que llegó al poder, o en las primarias andaluzas con la que se quitaron de en medio a Susana Díaz.

«Le da igual ensuciar el pasado del gobierno de Felipe González para decir que no es el único socialista que ha tenido escándalos»

El que se autodenomina capitán del barco socialista prefiere atarse al sillón presidencial, aunque hunda el futuro del partido socialista. Hoy de nuevo ha quedado claro que para los socios de gobierno y parlamentarios lo importante es el botín que puedan conseguir antes de que llegue el PP al poder. Ese «antes la corrupción que permitir que llegue la derecha» nos marca más claramente las líneas del campo de barro donde va a jugar el gobierno lo que le quede. Le dan igual los avisos de la UE sobre los riesgos de corrupción y del Estado de derecho en España. Le da igual ensuciar el pasado del gobierno de Felipe González para decir que no es el único socialista que ha tenido escándalos. Y si hay que implicar a la OCDE como supuesto garante de las medidas que nunca tomó en siete años, pues ahora se hace.

Sánchez ha ganado algo de tiempo porque sabe que sus socios quieren seguir mamando. Dice Gabriel Rufián de ERC que mientras que no se escale más hay que seguir aprovechando el tiempo que queda para conseguir cosas. Escalar para él no es que haya más robos ni ladrones, es solo que se confirme la financiación ilegal del PSOE. Algo que, por cierto, nadie descarta que pueda saltar en cualquier momento. Dicen Yolanda Díaz y su escudero Ernest Urtasun, que ellos son muy exigentes y críticos, pero que se creen totalmente las medidas anunciadas por Sánchez y las garantías que les ha dado de que se cumplirán. Claro que lo creen, no se van a jugar sus sillones. Pero no se lo creen ni ellos. Ni el PNV, ni Junts, ni Bildu. Ellos saben que es mejor que siga un presidente débil, si fuerza, sin mayoría. 

Sánchez tenía un único objetivo: dejar de ser el único responsable político de su la corrupción de su gobierno y de su partido. Y lo ha conseguido. El sábado un sumiso Comité Federal le aplaudió como a un césar al que nadie recuerda que es humano. Ahora todos sus socios son ya son cómplices. No ha habido explicaciones, ni medidas coherentes, ni garantías de nada. Pero Sánchez ya tiene cómplices de su corrupción. Todos prefieren taparse la nariz antes de nuevas elecciones que pongan en peligros sus negocios.

Sánchez ha llevado otra vez como única defensa su estrategia del «y tú más». Ha lanzado durísimas andanadas contra el PP, y especialmente contra Feijóo, al que ha acusado de ser el diputado que más relaciones ha tenido con un delincuente condenado, recordando su famosa foto con un narco gallego.

«Todo queda ahora según los planes de Sánchez, que confía en que el verano y las vacaciones duerman a sus socios y a sus críticos»

Pero Feijóo huele ya sangre. Y esta vez no ha rechazado el intercambio de golpes personales con Sánchez. Al contrario, le ha recodado primero judicialmente a su familia con la imputación de su esposa y de su hermano. Y ha ido más allá, al preguntarle a Sánchez: «¿De qué prostíbulos ha vivido usted? Partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución». Brutal, demoledor y algo que hace saltar una nueva línea roja y que vaticina que esto es solo el principio de una gran escalada en los próximos meses.

Todo queda ahora según los planes de Sánchez, que confía en que el verano y las vacaciones duerman a sus socios y a sus críticos. Un tiempo precioso para aprobar leyes con los que poder controlar a los jueces y a la prensa libre. Olvida algo. Ni la UCO ni el TJUE descansan. Afortunadamente.

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