The Objective
Manuel Fernández Ordóñez

El PSOE solo baja el precio de la droga

«En medio de la peor crisis de poder adquisitivo de las últimas décadas, el Gobierno presume de gestión económica»

Opinión
El PSOE solo baja el precio de la droga

Ilustración de Alejandra Svriz.

¿Esta gente para quién gobierna? Es una pregunta absolutamente lícita, a tenor de lo que estamos viviendo. Y la respuesta es muy evidente: para el ciudadano, no. Con este gobierno al mando, el coste de la vida se está haciendo imposible. En medio de la peor crisis de poder adquisitivo de las últimas décadas, el Gobierno presume de gestión económica. No hay más que ver las declaraciones en medios o leer los tuits de algún ministro para escuchar que «la inflación está controlada», que «las medidas funcionan» y que España «va como un cohete». Pero la realidad que pisan cada día millones de ciudadanos es bien distinta: todo es más caro, todo cuesta más. Salvo una cosa: la droga.

Desde que Pedro Sánchez usurpa la Moncloa, la escalada de precios ha sido exacerbada. El IPC ha visto niveles inéditos. Los carburantes superaron los 2 €/litro, la luz alcanzó picos de 1.000 €/MWh y los alquileres se sitúan en niveles inasumibles. La excusa de la guerra en Ucrania tuvo poco recorrido. En junio de 2025, el precio medio del alquiler en España alcanzó los 1.196 euros, con subidas interanuales de dos dígitos en buena parte de nuestro país y, en algunos barrios, alquilar una habitación en un piso compartido supera ampliamente los 500 euros. Comprar una vivienda es directamente una quimera para los menores de 35 años. No es inflación técnica, es debilidad política.

Y yo les pregunto: ¿cómo es posible que, en un marco económico donde todo sube, la droga baje a la mitad? Según informes policiales, la bajada de precio responde a una combinación de sobreabastecimiento e impunidad. Es decir, responde a la acción (más bien a la inacción) política de este gobierno, especialista en mirar para otro lado allí donde interesa, ya sea en mordidas, prostíbulos, acosos sexuales o apagones eléctricos. Esta es la auténtica marca de la casa de la política del PSOE: penalizar al ciudadano honrado con impuestos, peajes y cargas, mientras se desmantelan sin pudor las estructuras que combaten el crimen organizado. No hay error, hay decisión política.

Publicaba el otro día El Mundo un interesante artículo donde se explicaba cómo el gobierno ha desmantelado, deliberadamente, las unidades policiales más efectivas y eficaces en la lucha contra el narcotráfico en el sur de nuestro país. El ministro Marlaska desmanteló el famoso OCON-Sur (Organismo de Coordinación del Narcotráfico) cuando estas unidades habían conseguido atenazar y asfixiar a los clanes de la droga en Andalucía, que ahora campan de nuevo a sus anchas con total impunidad. Les recomiendo ver la película «Tierra de nadie», de Albert Pintó, para una muestra de esto que relato.

«Es la deriva absolutista de un gobierno que nunca gobernó para los ciudadanos, sino para sí mismos»

Hay muchas cosas extrañas en este tema de OCON-Sur. Desde perseguir a los altos mandos de las unidades contra el narcotráfico hasta acusarles, desde las propias instituciones policiales, de estar compinchados con los narcos. Pareciera existir una campaña orquestada para acabar con OCON-Sur, pero poco a poco vamos conociendo la verdad. El ridículo ha sido tan grande que la propia Audiencia Nacional archivó la causa contra los oficiales de OCON-Sur y ahora son los responsables de asuntos internos de la policía los que se van a sentar en el banquillo por, supuestamente, haber fabricado pruebas falsas contra sus propios compañeros. Al largo historial de infamia y corrupción del PSOE, lo único que le faltaba era ya el narcotráfico. Esperemos no recorrer esa senda, pero ¿de quién depende la policía?

¿Conocía Marlaska algo de esto? Denle una vuelta. Sea como fuere, desde el desmantelamiento de OCON-Sur el precio de la cocaína se ha desplomado en esa zona de España. Ha bajado a la mitad porque hay el doble de droga en el mercado. Los narcos viven más tranquilos que nunca ante la total inacción y pasividad del gobierno, probablemente más preocupado de lo que se les viene encima entre Delcys, Koldos, Cerdanes, Ábalos, prostíbulos, sobrinas y mordidas.

La realidad siempre se impone. Mientras Marlaska y el PSOE se refugian del temporal en discursos vacíos, las mafias del sur celebran su impunidad con cada alijo que entra en nuestro país sin resistencia alguna. Es una traición a los ciudadanos, a los guardias civiles abandonados y a los jueces que luchan con medios tercermundistas. Es la deriva absolutista de un gobierno que nunca gobernó para los ciudadanos, sino para sí mismos. Es el vergonzoso epitafio de un gobierno que gestiona un país peor de lo que lo harían los narcos.

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