The Objective
Joaquín Leguina

Cien años de 'Mein Kampf'

«Hace ahora cien años que se publicó ‘Mein Kampf’ y uno sigue preguntándose: ¿cómo pudo uno de los pueblos más cultos del mundo caer en la barbarie más absoluta?»

Opinión
Cien años de ‘Mein Kampf’

Un joven Adolf Hitler.

Hace ahora cien años que se publicó un libro titulado Mein Kampf. Eine Abrechnung (en español,  Mi lucha. Un ajuste de cuentas) de un político entonces casi desconocido: el austriaco Adolf Hitler. Y uno sigue preguntándose lo mismo que se preguntaron muchos en 1945: ¿cómo pudo pasar que uno de los pueblos más cultos y civilizados del mundo cayera en la barbarie más absoluta?

El escritor judeo-alemán Víctor Klemperer se hizo otra pregunta: ¿cómo fue posible difundir este libro entre la opinión pública -se vendieron catorce millones de ejemplares- y cómo cualquiera después de leerlo sintiera compasión hacia otras personas en algún momento de su vida?

“Tampoco es que Mein Kampf fuera un libro excesivamente original para el ambiente antisemita de la época. Sea como sea y valga lo que valga ese libro, lo mejor para la Humanidad hubiera sido que Hitler jamás hubiera nacido”

Cuando estudié bachillerato en los escolapios de Santander, un grupo de alumnos de entre los 15 y 17 años íbamos los jueves por la tarde a la Biblioteca Menéndez Pelayo para estudiar o preparar algún trabajo en torno a un autor que teníamos que presentar los viernes al profesor de literatura o al de filosofía o, simplemente, para leer algún libro de aquella magnífica biblioteca que don Marcelino había dejado en herencia al Ayuntamiento de Santander. Una tarde se me ocurrió pedirle a la señora bibliotecaria el Mein Kampf. Me miró extrañada, pero me lo entregó. Estuve leyendo aquel engendro un par de horas y me pareció literariamente despreciable. Por eso suscribo lo que el sábado pasado escribió en Babelia el crítico Marc Bassets:

Mein Kampf aparece como un libro lejano que tiene poco que decirnos hoy y que pocos leen. Una idea común es que se debe en primer lugar al lenguaje recargado y también a las repeticiones. Una verborrea ilegible. Libro lejano y, a la vez, más cercano de lo que nos gustaría, por la lógica torcida, el odio, el conspiracionismo, el racismo y el antisemitismo, el resentimiento, el nosotros contra ellos. Todo esto resuena otra vez hoy”.

¿Las barbaridades que los alemanes perpetraron después estaban allí anunciadas? ¿Fue Hitler improvisando sobre la marcha, radicalizándose hasta la destrucción de Europa y el Holocausto? “Nuestra investigación señala que los elementos intencionales del régimen nacionalsocialista, que también se remontan a Hitler personalmente, no deben subestimarse”, dice el director del Institut für Zeitgeschichte. ¿La guerra de exterminio en el Este de Europa en pos del “espacio vital” estaba en Mein Kampf? Sí. ¿Las esterilizaciones forzosas? También. ¿La destrucción de comunistas, socialdemócratas y sindicalistas? Todo estaba allí escrito. Como el racismo y el antisemitismo, aunque, explícitamente, el libro no preveía el asesinato de millones de judíos en Europa. “Pero la lógica que hay detrás, que es la lógica del exterminio”, según el analista Wirsching “sí puede encontrarse en Mein Kampf“.

Es probable que el libro fuera insignificante. Othmar Plöckinger, autor de Geschichte eines Buches: ‘Mein Kampf’, 1922-1945 (Historia de un libro: Mi lucha, 1922-1945), cree que “el libro habría sido insignificante si Hitler no hubiera ascendido hasta ser el líder de los nazis y del Tercer Reich”.

Y tampoco es que fuera un libro excesivamente original para el ambiente antisemita de la época. Sea como sea y valga lo que valga ese libro, lo mejor para la Humanidad hubiera sido que Hitler jamás hubiera nacido.

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