Las mentirijillas inútiles de Noelia Núñez
«En España el problema de los políticos no es su falta de formación. Muchos de nuestros peores políticos son abogados. El problema es de selección de élites»

La diputada del PP, Noelia Núñez, durante un pleno en la Asamblea de Madrid, a 3 de abril de 2025, en Madrid (España). | Europa Press
Hay solo una cosa más inútil que un político con estudios, y es un político que miente diciendo que tiene estudios. ¿Desde cuándo ha sido eso un problema? La diferencia entre uno sin estudios y otro con ellos tampoco es muy notoria. Para triunfar dentro de un partido no hacen falta tales alforjas. Tampoco creo que hagan falta para ser un buen político. En España hemos tenido grandes políticos sin mucha formación y malísimos políticos con carreras y másteres y doctorados. Si me permiten la demagogia, prefiero un político sin estudios que no tenga problema con ello a la actitud acomplejada y paleta de abultar el currículum hasta con el Erasmus en Siena en 2005. Se usa la carrera universitaria como filtro, y da igual qué carrera sea. Puedes tener el Doble Grado en Papel Maché y Papiroflexia por la Universidad Popular de Mazarrón y, eh, al menos eres graduado. Estás al mismo nivel que un ingeniero de caminos.
Esta semana, la política del PP Noelia Núñez, joven promesa del partido (¡tiene tatuajes y su grupo favorito es The Killers!), ha dimitido por haber mentido en su currículum. Tenía tres biografías académicas publicadas en distintos sitios. Al Congreso dijo que tenía un doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de la Administración Pública. Al Ayuntamiento de Fuenlabrada le comunicó, además, que estudiaba Derecho en la UCM y Filología Inglesa en la UNED. Y en la Universidad Francisco Marroquín, un centro privado guatemalteco de ideología liberal-libertaria (muy cercano al Instituto Juan de Mariana) donde daba clase, añadió Derecho por la University of Central Missouri, que suena sofisticado y cosmopolita pero quizá es mejor la Universidad de Elche.
«La verdadera universidad del político son las juventudes del partido, esa cantera de sectarismo»
Todo era mentira. Lo peor es que son mentiras inútiles. Su ascenso en el partido no tiene nada que ver con su currículum académico. Tampoco su éxito en redes o su futuro como tertuliana (tras su dimisión ha fichado por un programa de Mediaset). La verdadera universidad del político son las juventudes del partido, esa cantera de sectarismo. Son una especie de pueblo potemkin de la política real o una de esas simulaciones de la Asamblea de la ONU que hacen algunos institutos: te preparan para una vida de apparatchik. O, como dice el economista Miguel Ángel García, «son un método comprobado de selección adversa». No te preparan para la política, te preparan para el partido. Si quieres hacer una carrera universitaria al margen, hazla si te apetece o te aburres. Pero no te despistes con tonterías. (En cualquier caso, es sorprendente el gran número de políticos que no han sido capaces de terminar carreras no muy exigentes).
En España el problema de los políticos no es su falta de formación. Muchos de nuestros peores políticos son abogados o estudiaron Derecho, como Óscar Puente. Carmen Calvo es doctora en Derecho Constitucional y fue profesora universitaria de la materia. Pedro Sánchez es doctor en Economía, aunque de aquella manera. El verdadero problema es de selección de élites, son los políticos profesionales como Noelia Núñez, que siguió el ciclo clásico nuevasgeneraciones-concejala-diputadaregional-diputadanacional. Como dijo el expresidente alemán Richard von Weizsäcker, «el político de profesión no es ni un especialista ni un diletante, sino un generalista únicamente experto en oponerse a un adversario». Y para eso no te hace falta ni la ESO.