Javier Milei y el milagro argentino
«Milei no sólo prometió un cambio, sino que lo puso en marcha con una velocidad pocas veces vista en la política argentina»

Ilustración de Alejandra Svriz.
Javier Milei se ha consolidado como el presidente que con mayor determinación ha liderado una recuperación económica en la historia argentina reciente. Recibió un país al borde del colapso: 52,9 % de pobreza en el primer semestre de 2024, inflación mensual del 25,5% en diciembre de 2023 —equivalente a un 211% anual— y un Estado quebrado tras la gestión de Alberto Fernández. En ese escenario crítico, Milei no sólo prometió un cambio, sino que lo puso en marcha con una velocidad pocas veces vista en la política argentina.
Detrás de esta transformación se destacan dos figuras clave: Luis ‘Toto’ Caputo, la motosierra uno, artífice del ajuste fiscal más drástico en décadas. Su plan logró el primer superávit presupuestario desde 2012, eliminando subsidios por 20.000 millones de dólares y reduciendo el gasto público en 5% del PIB. Paralelamente, Federico Sturzenegger, la motosierra dos, desplegó una agenda de desregulación masiva: liberación de mercados, eliminación de trabas burocráticas, reformas laborales y apertura estratégica de importaciones para revitalizar al sector privado.
Los resultados llegaron rápido:
• Inflación mensual: del 25,5% en diciembre de 2023 a 1,5% en mayo de 2025, la cifra más baja desde 2020.
• Inflación anual proyectada: 28,6% para 2025, desde el 43,5% actual.
• Crecimiento económico: tras la contracción del 2,8% en 2024, la economía creció un 3,9% en el tercer trimestre y un 7,7% interanual en abril de 2025. El FMI proyecta un crecimiento del 5% para todo 2025, y BBVA lo eleva al 5,5%.
El impacto social también es contundente: la pobreza cayó del 52,9% al 31,7% en menos de un año, lo que significa que 1,7 millones de niños salieron de la pobreza, según UNICEF. El peso argentino se apreció un 44,2% frente al dólar en 2024, convirtiéndose en la moneda de mejor desempeño global, y el riesgo país cayó a niveles que devolvieron la confianza de los mercados.
El campo argentino vivió un renacer:
• Producción agropecuaria: subida del 80,2 % en 2024 tras la sequía.
• Exportaciones de soja: 24,58 millones de toneladas (subida del 111 % interanual).
• Trigo: 11,55 millones de toneladas, superando ampliamente el ciclo anterior.
• Carne vacuna: proyección récord de 860.000 toneladas exportadas en 2025.
La comunidad internacional tomó nota: un nuevo acuerdo con el FMI otorgó 12.000 millones de dólares iniciales, sumados a 1.500 millones del Banco Mundial. JP Morgan posicionó a Argentina entre los mercados con mayor potencial para la segunda mitad de 2025. Y la relación deuda-PIB pasaría del 80,4% en 2024 al 62,9% en 2029.
En apenas 18 meses, el tándem Caputo–Sturzenegger, respaldado por la visión transformadora de Milei, convirtió una crisis terminal en un caso de estudio internacional: de déficit crónico a superávit, de inflación asfixiante a estabilidad incipiente, de recesión a crecimiento sostenido, y de un clima de desesperanza a un optimismo basado en datos concretos. Hoy, la palabra «futuro» vuelve a estar en boca de los argentinos… pero esta vez, respaldada por cifras. Otro para más adelante.