The Objective
Juan E. Iranzo

La riqueza del turismo

«El sector turístico genera más del 13% del PIB, lo que representa nuestra principal actividad productiva, y ofrece empleo a más de tres millones trabajadores»

Opinión
La riqueza del turismo

Ilustración de Alejandra Svriz.

El turismo es un proceso social, cultural y económico que supone el desplazamiento de personas a países o lugares fuera de su entorno por motivo de ocio, deportivo o cultural, sin ánimo de lucro; técnicamente el tiempo entre la ida y la vuelta debe suponer una estancia de al menos 24 horas. Se trata de una actividad de alta elasticidad de renta, es decir, que su demanda aumenta con el aumento de ésta; por lo que el desarrollo de una parte importante de los países emergentes, y el incremento de la cultura viajera en los países tradicionalmente desarrollados están elevando enormemente la demanda de estos servicios a nivel mundial.

El turismo internacional se ha incrementado significativamente tras la pandemia, con un crecimiento del 6% el pasado año hasta situarse en los casi 1.400 millones de viajes en 2024, lo que representó unos ingresos totales de casi 1,4 billones de euros. Francia es el primer país del mundo receptor de turistas con unos 100 millones de visitantes, seguido de España con 93,4 millones el pasado año; con lo que nuestro país se consolida como una gran potencia, que además es líder mundial en turismo recurrente. Hay que tener presente que España tiene una magnífica renta de situación por encontrarse al sur de Europa, con lo que el tiempo de desplazamiento entre el lugar de origen de muchos de nuestros visitantes y el destino es corto por vía aérea; y además por nuestra localización muchos lo realizan por carretera. Asimismo, cuenta con un clima magnífico en comparación sobre todo con los países del norte y centro de nuestro continente, y además está dotado de unas infraestructuras turísticas muy desarrolladas.

Aunque en los libros de viajes del siglo XIX, ya se habla de España como un destino turístico atractivo, sobre todo de San Sebastián y de la Costa Brava, la gran expansión del sector se produce durante los años 60 del S. XX. En efecto, con el desarrollo del modelo «sol y playa», España se convierte en un lugar ideal de vacaciones para una parte importante de ciudadanos foráneos sobre todo europeos, que se ven atraídos fundamentalmente por el clima y que además solían regresar; es decir desde el principio se trata de un turismo recurrente. Los ingresos por turismo, junto con las remesas de emigrantes fueron las partidas que permitieron compensar el déficit estructural de nuestra balanza comercial, durante los años del «desarrollismo económico».

Sin embargo, la fuerte expansión de nuestro modelo de «sol y playa», provocó que el valor añadido por turista no fuese elevado y que además se producían problemas de congestión como consecuencia de la estacionalidad de estos turistas, que fundamentalmente nos visitaban durante los meses de julio y agosto.

Durante los primeros años del presente siglo, se ha ido intensificando el número de turistas y los ingresos procedentes del mismo, hasta alcanzar el récord de 93,4 millones de visitantes el pasado año 2024, que representaron unos ingresos para la balanza de pagos de más de 126.000 millones de euros. La diversificación y desestacionalización del modelo turístico, mediante el desarrollo de nuevas ofertas de calidad como las actividades culturales, gastronómicas, deportivas, compras, etc., están permitiendo tanto el incremento del número de visitantes extranjeros, como el gasto per cápita. Asimismo, hay que tener presente que, por razones económicas, culturales y de aumento de la población residente en España, el turismo nacional también se ha incrementado significativamente.

«Nuestros visitantes extranjeros proceden del Reino Unido con un 19,6% del total, seguidos de los franceses con un 13,9%»

En la actualidad el sector turístico genera más del 13% del PIB, lo que representa nuestra principal actividad productiva, que explica en gran medida el crecimiento actual de la economía española, y ofrece empleo a más de tres millones trabajadores; si bien es cierto que la realidad puede ser aún mayor por el gran peso de la economía sumergida en muchas de sus actividades.

El potencial de crecimiento es aún alto, en esta campaña podemos situarnos líderes mundiales, con cerca de 100 millones de turistas extranjeros, puesto que durante los seis primeros meses de este año nos visitaran 44,5 millones, un 4,7%, más que en el mismo periodo del año anterior; si bien desde mayo se están reduciendo los de EEUU, y en junio el crecimiento ha sido tan solo del 1,9%; y gastaron 59.622 millones de euros, un 7,5% más que en el primer trimestre de 2024. Nuestros visitantes extranjeros proceden fundamentalmente de los países europeos, destacando lo que vienen del Reino Unido un 19,6%% del total, seguidos de franceses un 13,9% y alemanes con un 12,7%; si bien en los últimos años se percibe un incremento significativo de los turistas procedentes de países asiáticos e iberoamericanos.

A pesar del éxito del sector, éste se enfrenta a importantes retos que limitan su crecimiento. El primero es la falta de mano de obra y sobre todo especializada, que limita el potencial de crecimiento; por lo que es fundamental incentivar la formación y la entrada legal de inmigrantes con contrato de trabajo. En segundo lugar, la escasez de dotación hotelera en algunos lugares y las limitaciones que se están aplicando a los apartamentos turísticos; es necesario agilizar los trámites para construir nuevos hoteles e impulsar los apartamentos turísticos, que no son los culpables del encarecimiento de los alquileres, sino la Ley de la Vivienda especialmente.

Sin embargo, el problema fundamental es «la turismofobia» que está siendo alimentada por políticas populistas en algunos lugares, vinculando el turismo al deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos residentes, cuando la realidad es que la riqueza y el empleo de muchas de estas zonas dependan precisamente de éste. El turista quiere ser bien recibido y no soporta el rechazo social, por lo que este tipo de actitudes pueden generar graves problemas al sector y al conjunto de la sociedad.

El turismo, debido a nuestra renta de situación y a nuestra oferta, representa un valor añadido creciente que beneficia a la mayor parte de la sociedad y que hay que seguir modernizando y potenciando.

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