The Objective
Martín Varsavsky

Pedro Sánchez y el espejismo de la «defensa» palestina

«Presentar a Hamás como legítimo representante del pueblo palestino es una manipulación. Hamás no representa a los palestinos, sino que los utiliza»

Opinión
Pedro Sánchez y el espejismo de la «defensa» palestina

Ilustración de Alejandra Svriz.

Cuando Pedro Sánchez afirma que «defiende a los palestinos», conviene aclarar que no es así. Lo que el presidente del Gobierno de España defiende es, en la práctica, a Hamás, la organización islamista que gobierna la Franja de Gaza desde 2007 tras expulsar a Al Fatah en una guerra fratricida que dejó más de 1.000 muertos palestinos.

Quiénes son los palestinos

Los palestinos son los descendientes de los aproximadamente 700.000 árabes que vivían en lo que hoy es Israel, Gaza y Cisjordania en 1948, año de la creación del Estado de Israel y de la primera guerra árabe-israelí. Con una de las tasas de natalidad más altas del mundo, esos 700.000 se han convertido hoy en una población estimada de unos nueve millones.

Dentro de este conjunto, conviene distinguir:

  • Los dos millones que viven en Israel como ciudadanos plenos, con derechos políticos y sociales. Fue un juez árabe-palestino, George Karra, quien condenó en 2014 al ex primer ministro Ehud Olmert a prisión por corrupción. Muchos árabes israelíes sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) contra Hamás. Para dimensionar: tras el Holocausto, hoy existen más palestinos ciudadanos de Israel (dos millones) que judíos en toda la Unión Europea (alrededor de 800.000).
  • Los tres millones en Cisjordania bajo la Autoridad Palestina (Al Fatah), que perdieron el control de Gaza en 2007 frente a Hamás. Mahmoud Abbas, líder de Al Fatah, condenó de inmediato la masacre del 7 de octubre de 2023.
  • Los dos millones de palestinos en Jordania, país cuya reina Rania es de origen palestino. Jordania mantiene un tratado de paz con Israel desde 1994 y ha colaborado en la defensa frente a ataques de misiles iraníes.

El problema no son los palestinos, es Hamás

Reducir la cuestión palestina a un enfrentamiento étnico o religioso es un error. El verdadero problema es Hamás, una organización que desde su fundación en 1987 se declara abiertamente dedicada a la destrucción de Israel y que utiliza a los civiles de Gaza como escudos humanos.

El 7 de octubre de 2023, Hamás lanzó el mayor ataque terrorista contra Israel desde su independencia: más de 1.200 civiles fueron asesinados y otros 250 secuestrados, incluidos mujeres y niños. Desde entonces, la respuesta israelí ha dejado cerca de 25.000 combatientes de Hamás muertos y un número similar de víctimas civiles, según cifras que incluso las propias fuentes de Gaza reconocen son difíciles de verificar debido a la manipulación propagandística de la organización.

«Lo mejor que podría ocurrir a los dos millones de palestinos en Gaza es librarse del yugo de Hamás»

Pero esto no constituye un genocidio contra el pueblo palestino, como insiste la narrativa de Hamás y sus aliados internacionales. Se trata de una guerra iniciada por Hamás, que la está perdiendo. Y comenzar una guerra y perderla no convierte al agresor en víctima.

¿Qué futuro para Gaza?

Lo mejor que podría ocurrir a los dos millones de palestinos en Gaza es librarse del yugo de Hamás y aspirar a un futuro semejante al de los palestinos que viven en Israel, en Cisjordania bajo Al Fatah o en Jordania. Estos grupos, con diferencias políticas y sociales notables, han demostrado que la convivencia pacífica con Israel es posible.

Israel ya ha derrotado a otras fuerzas respaldadas por Irán, como Hezbolá en el Líbano y las milicias chiíes en Siria. La caída de Hamás abriría la puerta a que los gazatíes tuvieran una vida menos marcada por la represión interna y el sacrificio en nombre de una ideología extremista.

Una conclusión incómoda para Sánchez

Presentar a Hamás como legítimo representante del pueblo palestino es una manipulación. Hamás no representa a los palestinos, sino que los utiliza. Lo que Pedro Sánchez defiende no es a un pueblo, sino a un grupo terrorista que los propios palestinos de Cisjordania, de Jordania y de Israel han combatido o rechazan abiertamente.

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