Chistorras: un algoritmo en diez pasos
«Los pasos para que a un funcionario del Estado le sea abonado un pago, por supuesto, mediante transferencia bancaria»

Ilustración de Alejandra Svriz.
Lo que sigue a continuación es la secuencia de pasos –el «algoritmo», que se estila tanto decir en estos días– que tiene que seguir un funcionario del Estado (en lo que sigue «F») para que le sea abonado un pago, por supuesto mediante transferencia bancaria, que, aunque fuera de su nómina, tiene un origen perfectamente lícito por un trabajo fehacientemente realizado en el marco de sus funciones y que le es debido (nota: de todo lo que cito o parafraseo tengo prueba documental).
1. Descargar una guía en PDF de título «Guía básica de utilización de… Plataforma de pagos». La guía – y es la «básica»- tiene 4 páginas y cuenta con 4 epígrafes y sus correspondientes subapartados: «Consideraciones iniciales», «Roles», «Gestionar pagos», «Iniciar pagos», «autorizaciones posteriores», entre otros.
2. Darse de alta en una «plataforma», para lo cual primero hay que saber con qué «rol» se va a acceder y a continuación establecer un «usuario» y una «contraseña». No será fácil establecerla por razones de seguridad y no es infrecuente que el «rol» no sea el correcto y que haya que evacuar una consulta porque en la guía la descripción no es concluyente. Se escribirá al gestor del organismo (en adelante, «GO»). La respuesta no será inmediata.
3. Aclarado el «rol» y habiendo accedido tras establecer un usuario y contraseña se despliega un menú. La guía señala: «… compruebe si visualiza la opción «Órdenes de pago». Sino la visualiza, o no tiene acceso al portal …, escriba un correo electrónico a pagos@…».
4. Sea porque sí se «visualiza» «órdenes de pago» o porque, tras no visualizarse y habiendo transcurrido dos días desde que se escribió advirtiéndolo, ya se «visualiza», se pincha en «órdenes de pago».
5. Entonces hay que completar un formulario en el que se incluyen «ítems» como «concepto ampliado» o «tipo de pago» que «F» no tiene claro cómo consignar, aunque está tentado de probar con «chistorras». Lo descarta y vuelve a preguntar a «GO».
«GO también aprovecha para anticiparle qué ‘le es dado esperar’, un poco al modo de Kant en la Crítica de la razón pura»
6. Aclarado por «GO» qué indicar en esos ítems, «GO» también aprovecha para anticiparle qué «le es dado esperar», un poco al modo de Kant en la Crítica de la razón pura. Del siguiente modo que transcribo: «Si ha realizado todos los pasos correctamente, la orden pasará al estado ‘Pendiente aprobación…’. Si usted es el [rol asignado] tiene que entrar con el… cuyo enlace es… [una vez ahí] Acceda a «Gestionar órdenes de pago…» y haga clic en «cambiar estado de la orden». Recibirá en su correo electrónico un código de verificación que debe pegar en la ventana emergente (asegurándose de no dejar espacios al principio ni al final del código) y darle a aceptar. Si ha realizado los pasos anteriores correctamente, el estado de la orden pasará a ‘Pendiente aprobación…’ «GO», además, vuelve a adjuntar la guía de instrucciones de 4 páginas.
7. «F» pincha en el enlace facilitado y nada pasa. Se le ocurre que puede que tenga que cambiar el «rol» para entrar, pero la combinación de «usuario» y «contraseña» no le valen y tiene que inventarse una nueva para ese «rol». Lo hace, accede finalmente, pero se encuentra con que no puede «cambiar estado de la orden».
8. Vuelve a escribir a «GO» que le comunica que hay un error y le ofrece dos opciones. Que en «pendiente aprobación…» cambie el estado a «denegada» o que vuelva a crear una «orden de pago».
9. «F» lee detenidamente las avenidas que se abren ante cada una de las dos opciones, pareciéndole que ambas colapsan en un mismo bucle que le lleva al primer paso (supra).
10. «F» también colapsa.