Tenemos Milei para rato
«Los argentinos han vuelto a rechazar al peronismo. Javier Milei es el único político que ofrece una luz al final del túnel de pobreza que aún vive el país»

El presidente de Argentina, Javier Milei, deposita su voto para las elecciones legislativas celebradas el pasado domingo. | Delfina Corbera Pi (Zuma Press)
Javier Milei, y su marca electoral La Libertad Avanza (LLA), han conseguido una gran victoria electoral en las elecciones de mitad de mandato, celebradas el pasado domingo. En las elecciones se renovaban un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de los Diputados. Estaban en juego 127 diputados, y LLA se ha llevado 64. Y de los 24 senadores que estaban en juego, 13 son para el partido de Milei. Ha ganado con mayoría absoluta lo que estaba en juego; pero como es una fracción del total, el avance de la libertad que proclama Milei no ha sido tan espectacular.
¿Qué implicaciones tiene el resultado para su proyecto político? Lo primero es que ya no es posible plantear al presidente un juicio político (moción de censura), con el que el peronismo quería terminar tempranamente su presidencia. En segundo lugar, el Parlamento ya no va a obligar a Milei a firmar políticas que atenten contra el superávit fiscal, porque las fuerzas de la oposición ya no suman los apoyos suficientes para sobreponerse a un veto presidencial. Milei seguirá parando esas leyes que quieren volver a la senda peronista de gasto sin medida.
Esto es muy importante. La estrategia kirchnerista pasaba por aprobar leyes que arrastrasen al país al déficit público, terminasen así con la política de ajuste, y condujesen de nuevo a Argentina a una crisis fiscal de la que culpar, pese a todo ello, al presidente Milei. Eso no va a pasar. Milei ha rebajado la deuda pública en su mandato, y así será durante al menos dos años.
De modo que tenemos Milei hasta las próximas elecciones presidenciales, para las que quedan aún dos años. Es la peor noticia que podía recibir la oposición. Porque las reformas de Milei, todavía muy cortas, poco a poco van madurando y dejando su impronta en la economía. La economía ha mejorado a ojos vista, pero los avances no han sido tan profundos como para permitirle una victoria aún mayor. En dos años, cuando se vuelvan a renovar otro tercio del Senado y la restante mitad del Congreso, tendremos una economía argentina a todo trapo. Y será el final del peronismo en Argentina.
Porque en las condiciones más adversas, los argentinos siguen rechazando al peronismo. Entre esas condiciones está una prensa que ha dejado de recibir la pauta (un dinero que daba la Casa Rosada a los medios para controlarlos), y que es mayoritariamente contraria a Milei. Está el presunto, pero probable, caso de corrupción que afecta a su hermana. Está, también, la implicación del excandidato de LLA José Luis Expert en una trama de narcotráfico. Nada extraordinario, si lo comparamos con la medida de los escándalos que siempre acompañaron a los Kirchner y sus guiñoles, pero son asuntos graves en sí mismos.
«La inflación mensual ha caído al 2,1% en septiembre, desde el 25% del mes en que fue elegido»
¿Ha mejorado la situación en estos dos años? El último gobierno-K, presidido por Massa, metió un chute brutal de inflación en los meses cercanos a la elección para dopar la economía y engañar, una vez más, a los votantes. Esa burbuja era una bomba atómica que había que desactivar con mucha destreza técnica y un ajuste fiscal y monetario sin contemplaciones. Y Milei lo ha hecho. La inflación mensual ha caído al 2,1% en septiembre, desde el 25% del mes en que fue elegido. Milei considera que a mediados de 2026 se habrá deshecho la burbuja inflacionaria de Massa y Argentina, parece mentira, habrá dejado atrás la inflación. La inflación es un impuesto que recae sobre los pobres, principalmente. Por eso, Milei ha logrado que caiga la pobreza en Argentina, del 41,7% cuando llegó al poder hasta el 31,6% según el último informe.
Los salarios vuelven a crecer más rápido que la inflación; tanto en lo acumulado en lo que va de año, como en el cómputo del último año hasta agosto, último dato disponible. Casi todos los analistas prevén un crecimiento del entorno del 4,5%: el FMI, la CEPAL, el Banco Mundial…
De modo que Milei se ha salvado en estas elecciones, pero no es lo único importante del resultado. Porque, como ha explicado en varias ocasiones, una composición del Parlamento como la que ha resultado, más holgada en el Congreso que en el Senado, le permite negociar con distintos grupos políticos para avanzar en el resto de sus políticas. En este momento, aguardan en un cajón, a la espera de contar con un Parlamento favorable.
«Si su extremismo político le permite mantener el rumbo sin cargarse los apoyos necesarios, puede profundizar en las reformas»
No lo tiene; no cuenta con una mayoría clara. Pero si su extremismo político le permite mantener el rumbo sin cargarse a los apoyos necesarios, puede profundizar en las reformas que Argentina necesita como agua en el desierto. Es fundamental que el Gobierno tenga el talento de sumar a su causa a los radicales de la UCR, o a gran parte de ellos, en el Senado. Este mismo jueves se reúne con 15 gobernadores para recabar su apoyo a cambio de cierta liberalidad presupuestaria.
De fondo están las tres grandes reformas que quiere impulsar el Gobierno. La primera, en el mercado laboral. Si el de Argentina es uno de los más intervenidos del mundo, ¿por qué no liberalizarlo y llevar el fiel a lado opuesto? La segunda hace referencia a los impuestos. Si el gasto público pesa cada vez menos, y si la actividad económica se recupera, se puede rebajar la factura fiscal a los argentinos. Por lo que se refiere a las pensiones, el Gobierno quiere retrasar la edad de jubilación a los 70 años. Ese ‘largo me lo fiáis’ puede llevar a muchos a buscar alternativas, y ese es el objetivo no declarado de la Casa Rosada: fomentar el recurso a los planes privados en las AFJP.
En definitiva, los argentinos han vuelto a rechazar al peronismo. Javier Milei es el único político que ofrece una luz al final del túnel de pobreza que aún vive el país. Y eso es lo que cuenta. Tenemos Milei para, al menos, seis años más.
