The Objective
Álvaro Nieto

No nos tome el pelo, señor Sánchez

«Es imposible que el presidente no supiera nada, porque lo fuimos publicando minuto a minuto. Bastaba con leernos pero, en su lugar, prefirió mirar para otro lado»

Opinión
No nos tome el pelo, señor Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EFE

La comparecencia del presidente del Gobierno este jueves ante el Senado quedará para la historia como uno de los episodios más tristes de nuestra democracia. Pero, a pesar de ello, era un trámite absolutamente necesario, porque hasta la fecha no había sido posible interrogar con cierto detenimiento a Pedro Sánchez sobre los casos de corrupción que le rodean.

El Parlamento tiene como misión fundamental controlar al poder ejecutivo y, en este sentido, las cinco horas de sesión eran un ejercicio pertinente para intentar aclarar las responsabilidades políticas que se derivan de los diversos casos que un grupo de valientes periodistas han ido destapando durante los últimos años y que han terminado en sede judicial tras la correspondiente intervención de la Guardia Civil.

Los espectadores pudieron comprobar una vez más el tono chulesco que se gasta el presidente del Gobierno, el desprecio con el que trata a cualquiera que no le ría las gracias y las maniobras de trilero que emplea para no decir la verdad: desde evadir las preguntas y alargar las respuestas al más puro estilo filibusterista hasta desviar la atención con sus gafas de estreno o hablando constantemente del PP, Feijóo o Ayuso.

Contestó a muy pocas preguntas, pero fueron suficientes para comprobar que estaba mintiendo. Lástima que los senadores no estuvieran especialmente finos para hacérselo notar con mayor eficacia. Según Sánchez, todo lo que afecta a su mujer y a su hermano son bulos, y de lo demás, de lo que dice avergonzarse, no tuvo constancia hasta que la Guardia Civil detuvo a Koldo García el 21 de febrero de 2024. La salida de José Luis Ábalos del Gobierno, según contó, obedeció a una mera reestructuración de equipos.

Con esa explicación, Sánchez nos toma por tontos porque el ‘caso mascarillas’, el que afecta a la empresa Soluciones de Gestión, se publicó en Vozpópuli, periódico que yo dirigía, el 14 de abril de 2020 y siguientes. A cinco columnas y con todo lujo de detalles. En enero de ese año ya habíamos descubierto el ‘Delcygate’ y unos meses más tarde hicimos lo propio con el escándalo Plus Ultra. Por tanto, el presidente sabía desde 2020 que su ministro de Transportes no era trigo limpio.

Además, desde noviembre de 2021 en THE OBJECTIVE informamos puntualmente de nuevas andanzas de Ábalos: su afición por las fiestas y la prostitución, los enchufes de chicas de compañía en empresas públicas y viajes oficiales, los gastos cuantiosos que presentaba ante el PSOE, sus relaciones con empresarios muy poco recomendables, las adjudicaciones amañadas de obra pública… Y, pese a ello, después de echarle del partido y del Gobierno, Sánchez le repescó para las elecciones de 2023 y le mantuvo en su grupo parlamentario hasta que el trabajo de la UCO hizo insostenible su situación en 2024.

Por tanto, es literalmente imposible que Sánchez no supiera nada, porque lo fuimos publicando minuto a minuto. Bastaba con leernos, o que alguno de sus cientos de asesores le pasara un resumen. En su lugar, Sánchez prefirió mirar para otro lado y pasar a la acción: atacar sin piedad al medio que estaba sacando todos los escándalos. Y así fue cómo nos convertimos en ‘el ojete’, según el ministro Óscar Puente, y fuimos objeto de una feroz campaña de desprestigio organizada desde Moncloa y secundada por sus más sucias terminales mediáticas.

Las informaciones de THE OBJECTIVE sobrevolaron las cinco horas de comparecencia en el Senado, pero ya casi al final se pudo ver que Sánchez aún sangra por la herida. «Tabloide digital», llamó al periódico en el que escriben Fernando Savater, Juan Luis Cebrián, Francesc de Carreras, Félix de Azúa, Guadalupe Sánchez, Antonio Elorza, César Antonio Molina, José Luis Pardo, Nicolás Redondo, Joaquín Leguina, Martín Seco, Rosa Cullell, Ricardo Dudda, Jorge Vilches… Y reprochó al Partido Popular que nos considere la Biblia.

Entiendo que el presidente del Gobierno esté molesto con nosotros, porque buena parte de los casos judiciales que le acechan tienen su origen en nuestro periódico, pero si nos hubiera leído con mayor atención en el pasado en lugar de despreciar nuestras informaciones otro gallo le hubiera cantado… salvo que el propio Sánchez sea el jefe de la banda, en cuyo caso le auguro un negro futuro porque nosotros no vamos a parar hasta que se conozca toda la verdad.

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