The Objective
Santi González

Mazón, más vale tarde

«Lo ha hecho tarde, en eso tiene razón la turbamulta del Gobierno, aunque no estoy de acuerdo en que lo haya hecho mal»

Opinión
Mazón, más vale tarde

Carlos Mazón. | Biel Alino (EFE)

Tres asuntos se daban cita ayer, lunes, en un comienzo de semana muy ajetreado: la anunciada comparecencia de Carlos Mazón, el comienzo de la vista contra el fiscal general del Estado y la declaración ante la juez de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, de la periodista Maribel Vilaplana, que comió en compañía de Mazón en El Ventorro el día de autos. Tenía razón Rosana Laviada al decir que si el compañero de almuerzo de Mazón hubiese sido cualquier varón, un Francisco José García, no se habría producido tanto meneo. Pero entre los nacionales está muy arraigada la vocación de huelebraguetas, no hay más que fijarse en las cábalas que se hacía Gonzalo Werther Miró, que dudaba de si Mazón tenía puestos los pantalones o no. Pobre chico, uno tenía por lista a su madre, a pesar de ese nombre de pila y también a quien consideramos su padre. El Consejo de Informativos de TVE le ha afeado su mala praxis con severas palabras. Un presentador no puede hacer hipótesis como la suya.

El primer asunto por orden de intervención fue la declaración institucional de Carlos Mazón, que estuvo madrugador: a las nueve de la mañana. Un año ha tardado en hacer lo que correspondía después de su infumable gestión de la catástrofe que el 29 de octubre de 2024 inundó varias localidades y se cobró la vida de 229 administrados suyos. En la comparecencia institucional en la que anunció ayer su dimisión, el presidente de la Generalidad valenciana ha formulado su estado de ánimo con palabras adecuadas: «Ya no puedo más, ha sido insoportable para mí y para mi familia». Eso imaginaba uno como mero espectador de la tragedia y por esa razón no comprendía su resistencia a dar el paso que ayer dio finalmente.

Lo ha hecho tarde, en eso tiene razón la turbamulta del Gobierno, aunque no estoy de acuerdo en que lo haya hecho mal. Al sanchismo le habría gustado más que convocara elecciones, prueba evidente de que cuando no se acierta con el razonamiento todo lo demás es tiempo perdido. No se trata ya de que se reclame para esa comunidad autónoma lo que no están dispuestos a convocar para las legislativas a pesar de las encuestas que les falsifica José Félix Tezanos. Los sondeos en Valencia dan unos resultados desalentadores para el PSOE pese a la intensa labor de agitprop desarrollada a partir de la tragedia. El PP seguiría ganando las elecciones, aunque se produciría un trasvase de votos y escaños en favor de Vox. El PSOE de Diana Morant perdería tres puntos y cuatro escaños en favor de Compromís.

Lo hizo tarde y en un día inapropiado, porque su dimisión tapó siquiera en parte la noticia del día, el comienzo de la vista oral en la que se juzga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. No sé si en el sanchismo cabe un poco de extrañeza ante el hecho de que hemos asistido el mismo día a la dimisión de un gobernante que no estuvo a la altura y al mismo tiempo hemos visto comparecer para ser juzgado por el Tribunal Supremo a un tipo cuyo encausamiento no le ha llevado a dimitir, por lo visto. No solo eso; el presunto revelador de secretos García Ortiz acudió para ser juzgado con los ropones propios del cargo de fiscal general, con la toga puesta. Y no se sentó en el banquillo, sino en el estrado, en pie de igualdad con sus juzgadores.

Sí estuvo acertado Mazón al cargar la mano contra Pedro Sánchez, aunque como veníamos diciendo, la opinión pública y parte de la publicada creen que lo relevante es que estuviese comiendo con una señora de muy buen ver. No se registra que el Gobierno no movilizara al Ejército desde el primer día, que el ministro del Interior rechazara los 250 bomberos que le ofrecía su homólogo francés. De igual manera, se rechazó la colaboración que ofrecían los presidentes de El Salvador y Argentina, Nayib Bukele y Javier Milei.

¿Y qué hizo Pedro Sánchez en la India, que no interrumpió el viaje para volver de inmediato a casa? Pues visitar Bollywood y luego tomarse unas horas libres para pasear por Bombay y cenar con su pentaimputada (En El Padrino la llamarían Pentangeli). En fin, no digo yo que deseara la tragedia, pero ya que había sucedido había que aprovecharla para cargarla sobre la espalda del torpe. En fin, una vergüenza y no es la única. Mañana seguiremos.

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