The Objective
Álvaro Nieto

Mazón en su casa y Ábalos en la de todos

«Da igual lo que hayas hecho. Lo importante es el quién, no el qué. Para unos se exige máximo rigor y pulcritud, mientras para los otros, máxima tolerancia»

Opinión
Mazón en su casa y Ábalos en la de todos

Carlos Mazón. | EFE

España es un país curioso. Un presidente autonómico se ha tenido que ir a su casa asumiendo la responsabilidad por una catástrofe de origen natural mientras un exministro sigue ocupando su escaño en el Congreso de los Diputados pese a que se le va a procesar por cohecho, malversación y pertenencia a organización criminal.

A Carlos Mazón se le ha sometido a una campaña inmisericorde desde hace un año para obligarle a dejar su puesto… e incluso algunos, no contentos con su dimisión, pretenden que pague en la cárcel por los 229 muertos de la riada que provocaron las fuertes lluvias de aquel trágico 29-O. Por el contrario, José Luis Ábalos sigue cobrando su salario público como diputado, fumando pitillos tranquilamente en el patio del Congreso, acudiendo a radios y televisiones cada vez que se le requiere… sin que nadie le presione mínimamente para que deje su cargo público a la luz de las cuantiosas pruebas que existen contra él (fajos de billetes en un armario incluidos) y que le van a sentar en el banquillo del Tribunal Supremo. Estamos ante un delincuente mucho más que presunto, pero no se han visto ni se verán manifestaciones en la Carrera de San Jerónimo exigiendo que entregue el acta.

Mazón no supo gestionar con inteligencia una catástrofe inédita, pero el delito de Ábalos es mucho mayor: aprovechó otro desastre nunca visto, la pandemia, para sacar tajada junto a su banda. Sin embargo, la excitación de algunos indignaditos brilla por su ausencia en este segundo caso. Y no digamos ya en relación al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien desde este lunes está sentado en el banquillo por revelación de secretos pero al que tampoco se le exige que, aunque solo sea por estética, se eche a un lado para no ensuciar más la institución que preside.

Es el cuento de siempre. El tablero inclinado del que hablaba hace años Cayetana Álvarez de Toledo y del que cada semana nos cuenta un nuevo capítulo nuestro Marcos Ondarra. Da igual lo que hayas hecho. Lo importante es el quién, no el qué. Mazón debe irse a su casa, pero un tal Gallardo, que va a ser juzgado por haber enchufado al hermano del presidente del Gobierno en la Diputación de Badajoz, va a liderar la lista del PSOE en las elecciones de Extremadura sin ningún tipo de rubor. Para unos, máximo rigor y pulcritud; para los otros, máxima tolerancia.

Televisiones de todo pelaje han subrayado estos días las contradicciones y cambios de versión de Mazón sobre lo que hizo el día de la riada. Dejando a un lado el caso de Pedro Sánchez, que es el auténtico maestro faltando a la verdad, no ha provocado el mismo revuelo que lo de Mazón la mentira en la que la UCO acaba de pillar al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. En abril de 2024 dijo públicamente que no había hablado nunca con Ábalos ni con su equipo sobre los contratos de las mascarillas… pero ahora hemos visto mensajes de WhatsApp con Koldo en los que el expresidente canario le garantiza la máxima celeridad con los pagos a la trama. ¿Asumirá Torres su responsabilidad por habernos mentido a la cara? ¿Le exigirá alguien su dimisión? Pierdan toda esperanza: el carné del PSOE te da derecho a hacer lo que te dé la gana sin que te pase factura. Y así nos va.

Publicidad