Ni bandos ni bandas
«Aquí no hay buenos ni malos: hay bandos, y el periodista debe abstraerse de ellos e informar de la guerra»

El fiscal Ignacio Stampa.
No es tiempo de silencios, y por eso hay que hablar: para que nadie imponga su relato por encima de la verdad. Es un mal momento para ir a contracorriente. Parece que solo existen bandos y que, si no te alineas con uno, te atacan desde todos los frentes.
El periodismo debe abstraerse de esa lógica tribal, observar y contar la guerra sin tomar partido. Y eso es lo que hacemos en THE OBJECTIVE. La semana pasada publiqué la grabación del fiscal Ignacio Stampa a la cloaca del PSOE. Le di voz al fiscal y recogí su versión. Unos días después recogí también lo que decía la otra parte aludida, sin posicionarme, solo trasladando su testimonio. Pero eso, por lo visto, no agradó al fiscal, que parece querer que solo se recoja su versión. Desde un sector ahora se pretende que censuremos a unos, pero no a otros. Y eso, señores, no es periodismo. Y aquí no lo van a encontrar.
Si el propio José Luis Ábalos o Pedro Sánchez quisieran concederme una entrevista, estaría encantada. Porque el mejor periodismo es el que se ejerce sin censuras y dando voz a hechos noticiosos sin cortapisas.
Cuando publiqué la noticia con la versión del resto de aludidos en la grabación de Ignacio Stampa, no me puse en contacto con el fiscal, ya que él mismo me tenía bloqueada en su teléfono, aun sabiendo que soy periodista. Entendí, por tanto, que no deseaba que me pusiera en contacto con él. Aun así, Stampa tenía derecho a dar su versión y, por ello, ha enviado una rectificación a este medio. THE OBJECTIVE la ha publicado porque la rectificación es un derecho del aludido, no porque la noticia sea falsa. Eso lo sabe muy bien el propio Ábalos, que cada vez que este periódico ha publicado una información sobre él —informaciones que después han sido confirmadas en los informes de la UCO— nos ha enviado una rectificación.
Aunque Stampa sea ahora el adalid de quienes hace cuatro años lo criticaban, yo sigo teniendo memoria. Y aunque la investigación se archivó porque no se hallaron pruebas de filtración ni de relación personal con la abogada de Podemos y la Justicia le diera la razón al considerar que su expediente se prolongó más de lo debido, eso no borra los mensajes de Marta Flor, la abogada de Podemos, publicados por El Confidencial.
Ese medio publicó que los fiscales anticorrupción del caso Villarejo —entonces Miguel Serrano e Ignacio Stampa— proporcionaron a la abogada de Pablo Iglesias, Marta Flor, información. Un chat interno del equipo jurídico de Podemos en Telegram, al que tuvo acceso El Confidencial, revelaba que la letrada manejó datos clave de la causa incluso antes de que esta fuera abierta, y que los representantes del Ministerio Público permitieron que el actual vicepresidente segundo del Gobierno se convirtiera en el único dirigente de la formación que figuraba en el procedimiento como perjudicado.
Los mensajes eran claros: la pieza Dina —la número 10 del caso Tándem— fue creada el 19 de marzo de 2019. Más de un mes antes, Flor escribió en el chat interno del equipo jurídico que «Ironman», el nombre en clave que utilizaba para referirse a Stampa, se había puesto en contacto con ella. «TÁNDEM. Nos ha avisado Ironman que aparte de nuestra reunión mañana a las 10 horas, hay declaraciones martes, miércoles y jueves de Iron y Land». Esa comunicación tuvo lugar en febrero de 2019, un mes antes de que se abriera la pieza Dina, cuando Podemos estaba personado como acusación popular en Iron y Land, dos piezas del caso Villarejo. En otro mensaje publicado por El Mundo, la letrada reconocía en noviembre de 2018 que tenía acceso a información reservada: «TÁNDEM. Ironman nos ha dicho extraoficialmente (porque está en secreto y no nos notifican) que el juez ha admitido las diligencias sin concretar nada más. Me imagino que se refiere a las que ellos (fiscales) apoyaron».
Criticarle entonces era aceptado; recordarlo ahora es una, como dicen los jóvenes, «unpopular opinion». Pero yo, que tengo memoria, seguiré firme en mis principios. Aquí no hay buenos ni malos: hay bandos, y el periodista debe abstraerse de ellos e informar de la guerra.