¿No habrá cuatro hombres/mujeres justos/justas en el PSOE?
«Si deciden actuar como personas decentes y votan la moción de censura, Sánchez intentará borrarles del mapa, pero los españoles se lo agradecerán mientras vivan»

Ilustración de Alejandra Svriz.
Igual que Dios, como cuenta el Génesis, encargó a Abraham que encontrara por lo menos diez hombres justos para salvar de su destrucción a la pecadora Sodoma, hoy nos preguntamos si no habrá, al menos, cuatro diputados/diputadas socialistas justos, capaces de desobedecer a su Puto Amo y unirse a una moción de censura destinada únicamente a convocar elecciones generales para que los españoles digan qué Gobierno es el que quieren.
Es verdad que en las Cámaras parlamentarias españolas resulta muy raro encontrar a diputados o senadores que se salgan de la disciplina de sus partidos y desobedezcan las órdenes que les vienen dadas de arriba.
Algo que sí ocurre en otros parlamentos. Y pienso en la Cámara de los Comunes, donde sus miembros votan no lo que les manda su jefe, sino lo que les mandan los ciudadanos. No olvidemos que ellos van todos los viernes al lugar por donde los han elegido, para dar cuenta a los ciudadanos que les eligieron de lo que están haciendo en Westminster.
Desgraciadamente esa independencia del partido para depender de los auténticos electores, que son los ciudadanos, no se da casi nunca en España, pero alguna vez sí. Y tenemos que recordar la mayor desobediencia que hemos contemplado en la Carrera de San Jerónimo. Fue en la investidura de Mariano Rajoy, después de las elecciones de junio de 2016, cuando el PSOE había obtenido, con Sánchez de líder, el peor resultado de su historia, con sólo 85 diputados. La Comisión Ejecutiva Federal socialista, después de forzar la dimisión de Sánchez, dio orden a los otros 84 diputados de abstenerse en la votación para investir a Rajoy. Y hubo 15 diputados/diputadas, encabezados por Margarita Robles, que ahí comenzó su carrera como brazo derecho de Sánchez, que ostentosamente desobedecieron y votaron en contra.
Aquellos 15 desobedecieron, aunque algunos pueden pensar que lo que de verdad hicieron fue obedecer al dimitido para así asegurarse su porvenir.
«Ni uno solo de los sanchistas de primera fila puede salir a la calle sin que la gente les abuche»
Ahora se trata, como en la Sodoma del Génesis, de encontrar, entre los 120 diputados socialistas, a cuatro justos capaces de reaccionar ante lo que están viendo y viviendo. Todos ellos, hasta ahora, aplauden entusiasmados en el Congreso cuando Sánchez o algunos de sus peones de confianza, Bolaños, Óscar Puente, Óscar López o Marichús Montero, atacan a la oposición en vez de contestar lo que se les pregunta. Pero, a poco que piensen con un mínimo de libertad y a poco que escuchen lo que dice la calle, saben que el espectáculo que está dando el PSOE de Sánchez es absolutamente insoportable e impresentable.
Son tantos los escándalos de corrupción que ya no se sabe ni por dónde empezar a la hora de criticarlos. Desde la corrupción más profunda, la que los ha llevado a entregar España a los enemigos de España, a la corrupción más barriobajera, que no hace falta que ahora la describa. El resultado que todos ellos, aplaudan lo que aplaudan, conocen bien es que ni uno solo de los sanchistas de primera fila puede salir a la calle sin que la gente les abuchee. Hasta el pretencioso Bolaños, que se las da de jurista, tiene que escuchar cómo los fiscales rompen a reír cuando habla de su respeto a la ley.
Esos 120 diputados saben que, por culpa de Sánchez y su desatada ambición de poder, la tensión es cada día mayor y peor en el hemiciclo y, lo que aún es más grave, en la calle. Saben que de la reconciliación de la Transición no queda casi nada. Y digo casi, porque quiero hacerme la ilusión de que, a lo mejor, puede haber esos cuatro que, en un rasgo de honestidad y patriotismo, hagan lo que hay que hacer para dar la voz a los españoles y acabar con el terrible espectáculo que estamos contemplando.
Aparte de que, si esto sigue así, los dos años que quedan para acabar la legislatura, además de envenenar aún más la convivencia entre los españoles, pueden llevar al PSOE a una catástrofe electoral, como ya le ha ocurrido en casi todas las Comunidades Autónomas y en muchísimos Ayuntamientos.
«Sólo tienen que mirar lo que están diciendo los que fundaron este PSOE en Suresnes, con Felipe González y Alfonso Guerra a la cabeza»
Sólo tienen que mirar lo que están diciendo los que fundaron este PSOE en Suresnes, con Felipe González y Alfonso Guerra a la cabeza, que fueron los que consiguieron tres mayorías absolutas, y que ahora ven con inmensa tristeza cómo su partido es un mero cómplice de comunistas, golpistas, racistas y filoterroristas. Y, además, la tapadera tras la que se esconden corruptos sin límites.
Que no tengan la menor duda: si deciden actuar como personas decentes y votan la moción de censura, Sánchez intentará borrarles del mapa, pero los españoles se lo agradecerán mientras vivan.
¡Ah!, no se nos olvida que Lot no consiguió encontrar a aquellos justos y Dios destruyó Sodoma.