The Objective
Carlos Padilla

La agonía del puto amo

«No hay una reflexión interna de para qué se tiene el poder porque la única respuesta creíble es que Sánchez concibe La Moncloa como un parapeto ante el frente judicial»

Opinión
La agonía del puto amo

Ilustración de Alejandra Svriz.

El hedor ya resulta insoportable. Podrá seguir poniendo caritas Gabriel Rufián y hacer como que riñe al Gobierno: «malo, malo, malo». Podrá seguir fingiendo parte de la prensa de izquierdas de este país que fiscalizar al poder es hacerlo solo si este lo ostenta Isabel Díaz Ayuso. Podrá el presidente Sánchez asistir a reuniones con menos futuro que la victoria de España en Eurovisión, o rogar que le dejen volver a ir a La Pija y la Quinqui. Podrá María Jesús Montero, entre los AVE Madrid-Sevilla, agitar unos papelucos para hacernos creer que está preparando unos presupuestos. Podrá el PSOE presentar a un candidato imputado y con escaso carisma a unas elecciones que sabe ya perdidas.

Se podrán seguir haciendo muchas cosas. Una multitarea para hacer creer que se está currando duro por y para el país. Como el alumno que, con las tareas pendientes y el trimestre encaminado al fracaso, se esfuerza delante de la profesora para que valore el trabajo. Como el mal actor que mueve mucho los brazos, que agita las cejas, porque considera que a mayor número de gestos más creíble resultará su interpretación. El hedor que desprende la corrupción lo tapa todo. Y si, además, los números no te dan para tener una acción política, te sale esta legislatura no nata, estos meses infértiles, este Gobierno que no gobierna, solo está. Y a cada día que está, una victoria más bajo la lógica sanchista del poder.

Cuenta con una ventaja el Gobierno: es tal la cantidad de nombres, de tramas, de juzgados y de situaciones que la acumulación del escándalo crea un efecto anestésico en la población. Hay saturación; le cuesta al currante —que ya bastante tiene con lo suyo— comprender la magnitud de todo lo que anda camino del banquillo. Hagamos recuento de las últimas 24 horas: detenida Leire Díez, exmilitante del PSOE. Igual le da ahora tiempo a escribir su libro. Detenidos Vicente Fernández, expresidente de la SEPI; Antxon Alonso, socio de Cerdán; Julio Martínez, dueño de Plus Ultra; y Roberto Roselli, CEO de Plus Ultra.

La Guardia Civil registrando las sedes de las empresas públicas SEPI, Enusa, Sepides y Mercasa. Y la de Plus Ultra, la aerolínea venezolana que fue rescatada en 2021 por la SEPI. Tan solo el hecho de que el que fuera presidente de la SEPI —la empresa que se decide dónde pone pasta el Estado— esté detenido es un escandalazo de categoría.

A todo esto, como si fuera poco, recordemos que los dos últimos secretarios de Organización del PSOE han pisado la cárcel: Ábalos sigue en ella. Y Koldo. El logro inédito de Álvaro García Ortiz, el primer fiscal general del Estado condenado en la historia democrática del país. Que sigue pendiente el juicio al hermano del presidente Sánchez, que prosigue la instrucción del caso que afecta a Begoña Gómez.

«Igual es dentro del PSOE donde se empieza a alertar de que, si continúa Sánchez, esto no hay quien lo sostenga en un futuro tras él»

Y que continuamos, tres años ya, sin que el Ejecutivo cumpla con su obligación constitucional de presentar unos presupuestos a las Cortes. Y que estuvieron, en el PSOE y en Moncloa, meses paralizados ante unas denuncias contra Francisco Salazar por acoso a mujeres, el que casi llega a secretario de Organización del PSOE —pero el estallido público de las denuncias lo llevó a la renuncia—.

Si esto no es la agonía del «puto amo», que diría Puente, se le parece bastante. Ya lo sé: dar por acabado a Sánchez casi siempre es un error, pero cunde esa sensación de colapso. Quizá ya la presión no venga de los socios del Gobierno —a los que deberemos recordar, impávidos ante esto, cuando acudan en el futuro a dar lecciones de ejemplaridad y limpieza—. Igual es dentro del propio PSOE donde se empieza a alertar de que, si continúa Sánchez, esto no hay quien lo sostenga en un futuro tras él. Extremadura ya se da por perdida. ¿Andalucía? ¿Aragón? ¿Castilla y León? No hay una reflexión interna sobre para qué se tiene el poder, porque la única respuesta creíble debería ser que Sánchez concibe La Moncloa como un parapeto ante el frente judicial que se le avecina.

Posdata. Para aquellos lectores, presentes y futuros. Para aquellos que van dando lecciones de periodismo, firmantes de manifiestos contra el «golpismo mediático», los bien pagados del oficialismo. Conste en esta columna que, en el programa Directo al grano, emitido en la tarde del 11 de diciembre de 2025 en TVE y presentado por Marta Flich y Gonzalo Miró, la escaleta de temas fue la siguiente: Ana Belén, bebé robado que lleva pidiendo justicia siete años; el Opus Dei admite agresiones sexuales por parte de un cura; nueva polémica en el Hospital de Torrejón; epidemia de gripe; fragmentos de la entrevista a Iñaki Urdangarin. Un escándalo: no tuvieron ni un minuto para hablar de Francisco Franco.

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