Semanas atrás, Moreno Bonilla, flamante presidente de la junta andaluza, citó sin demasiada gracia, como citan los que no han leído al citado, versos de Machado y de Lorca durante su investidura. Automáticamente, como quien aprieta el botón de un arma, saltó Teresa Rodríguez del asiento buscando foco para recordarle a Juanma Moreno que ahora los peperos pactan con el franquismo y que, por tanto, citar a Machado o a Lorca no es posible. O lo que traducido al román paladino viene a significar: Machado y Lorca son nuestros, no te acerques. Si el presidente de la Junta hubiera, como digo, leído a Machado, habría podido contestar con aquella frase de su Mairena: “Estamos abocados a que sólo queden en pie las virtudes cínicas, y los políticos tendrán que aferrarse a ellas, gobernar con ellas”.