
La gallina
Creo que fue Forges el que dijo que para relajarse ante un poderoso –por ejemplo, ante el jefe al pedirle un aumento de sueldo (sí, debía de ser Forges)– lo mejor era imaginarlo con una gallina encima de la cabeza. Esa gallina (no imaginada, sino real) es la que veo yo en la cabeza de nuestros autoproclamados republicanos, que tienen la palabra “república” todo el día en la boca al tiempo que demuestran con cada una de sus palabras y cada una de sus acciones que no tienen ni idea de republicanismo. Son de hecho, hoy, los de conducta menos republicana del país.







