Arden los montes
José Carlos Rodríguez

Arden los montes

Arde Galicia, arde Asturias, y como cualquier otro fenómeno sobre el que se pose el ojo de mordor de la actualidad mediática, arde hasta consumirse la verdad sobre lo que ocurre. No es que la conozcamos con plenitud, sino que no importa en realidad cuál sea. Lo que cuenta no es lo que acaece, sino cómo recombinamos los elementos que nutren las noticias para trabar un relato que nos convenga. 

Common decency
Daniel Capó

Common decency

En sus libros, George Orwell hablaba de una common decency que apelaba directamente al fondo moral de las clases medias, base y fundamento de cualquier democracia posible: la fidelidad y la confianza, la generosidad y el respeto mutuo entre los ciudadanos.

El requerimiento de Rajoy
Melchor Miralles

El requerimiento de Rajoy

El presidente del Gobierno le ha enviado al presidente de la Genralitat, Mariano Rajoy, un requerimiento que contiene dos plazos. Uno hasta el lunes para que le diga si declaró o no la independencia de Cataluña y otro hasta las 10 horas del próximo jueves para que, en caso de que la respuesta al primero sea positiva, proceda a comunicar “de forma fehaciente al Gobierno de la Nación, el cumplimiento íntegro de este requerimiento tanto del gobierno de la Generalidad como del Parlamento de Cataluña “, o sea, para que anule su decisión primera.

El gran silencio
Jesús Montiel

El gran silencio

El silencio es un ruido. La pista me la dio mi amigo, que lo dejó todo para callarse. Amables adicciones como el tabaco o la cafeína; pero también, lo más trabajoso, un empleo estable y bien remunerado y una novia que lo quería y que por eso no le impidió que se marchase. Ahora vive en la Cartuja de Miraflores, en Burgos. Anónimo, sin selfies ni redes sociales, sin tan siquiera espejos.

¡Qué escándalo, aquí se censura!
José María Albert de Paco

¡Qué escándalo, aquí se censura!

 La expresión más delirante de este fenómeno se cifra en el hecho de que uno de los comentaristas parlamentarios de la edición local del periódico, Manel Lucas, sea el mismo Manel Lucas que, disfrazado de Francisco Franco, protagonizara hace una semana un sketch en TV3 en que, a ritmo de rumba, acusaba a la policía nacional de apalear ancianas bajo los efectos de la cocaína.

Historia de un Estado clandestino
Antonio García Maldonado

Historia de un Estado clandestino

Se puede y se deben criticar las cargas policiales desproporcionadas sin decir que estamos a un paso de Turquía. Se puede y se debe criticar la lamentable “policía patriótica” que el anterior ministro del Interior impulsó con imprudencia en Cataluña sin descalificar al Estado como un ente asaltado “por corruptos y violentos” de extrema derecha o fascista.

Por octubre, era octubre
Jesús Nieto

Por octubre, era octubre

Recordaremos estos días de octubre. Siempre. Desde la Brañosera de mi alma a la Málaga de mi chica. Recordaré siempre la inquietud, las camisas blancas, los sepulcros blanqueados que pidieron diálogo como en una proclamación de que el ‘paniaguado’ tiene derecho a existir: todos bajo el manto de Carmena y Colau, que no sé si son ya una y trina con el alcalde de Zaragoza en medio. Y la manifestación de Barcelona, donde hasta Borrell se comió el himno de Manolo Escobar. En mi alma quedará la proclamación ‘sietesegundina’ de Puigdemont. Y el melón de la Constitución, abierto, de nuevo, para contentar a los sediciosos que dentro de diez minutos serán pactistas: cuando sople la inmunidad y vuelva a correr la puerta giratoria del Majestic.

Ser español es respirar
José Antonio Montano

Ser español es respirar

La nación no es una metafísica, sino un resultado histórico. Depende del momento. Y desde 1978 ser español es respirar, porque no es nada, no implica contenidos ni un modo determinado de comportarse. Ser español hoy no es un ser, sino un tener: tener una ciudadanía. Democrática y europea. O un ser vacío, estructural: ser ciudadano.

Por un nuevo patriotismo español
Miguel Ángel Quintana Paz

Por un nuevo patriotismo español

Cada vez que asisto a algún congreso de filosofía política en Estados Unidos y llega el momento de tomar un tentempié entre conferencia y conferencia, me invaden dos certidumbres. La primera, que el café que nos ofrezcan estará bastante malo. La segunda, que otros profesores me preguntarán a qué me dedico. Yo entonces contestaré que, entre otros, a analizar las diferencias entre patriotismo y nacionalismo. Mi interlocutor me inquirirá entonces amablemente si no son diferencias evidentes. Y yo deberé aclararle, algo azorado, que en España no.