Lorca en presente
Carlos Mayoral

Lorca en presente

Federico es un poeta que todavía no ha conocido su verso. Apenas se ha dejado llevar por la marea académica en la que le ha sumergido su madre, y nadie excepto los chopos del patio de su casa, que le susurran con cariño su nombre (…Fe-de-ri-co…), sospecha que estamos delante del bardo más universal del siglo XX hispánico.

Mi primera franquicia
José Antonio Montano

Mi primera franquicia

Cuando vivía en Madrid y comía fuera todos los días, un amigo me preguntaba: “¿En qué franquicia comes hoy?”. He sido un enamorado de las franquicias, esa zona de confort de la gastronomía en que todo es gratamente previsible: vas a lo que vas, sin lírica ni épica. Y sin cocineros dándote la tabarra con su recitado, moscones en sus propias sopas. He pasado muchas horas en las franquicias y he sido dichoso.

El país más tonto del mundo
Ignacio Vidal-Folch

El país más tonto del mundo

A falta de instrumentos de análisis muy pero que muy precisos, a falta de datos fiables de la máxima fiabilidad, no podemos estar seguros a ciencia cierta de cuál es el país más tonto del mundo, y de hecho hay una fuerte competencia entre varios para alzarse con ese discutible blasón.

La señal de la anormalidad
Jordi Amat

La señal de la anormalidad

Tal vez hoy empiece a cambiar ese gris panorama, pero las últimas semanas ha sido más bien desagradable pasear por el Parc de l’Escorxador, cerca de donde vivo. Hacía frío, pero no llovía y todo se iba haciendo cada vez más seco, sucio, más inhóspito.

Bitcoin y Harriet Martineau
José Carlos Rodríguez

Bitcoin y Harriet Martineau

En 1832 Harriet Martineau publicó una colección de cuentos con el improbable título Illustrations on Political Economy. Los relatos exponían los principios, mecánicos y desalentadores, que David Ricardo había expuesto 15 años antes. Su éxito fue enorme; el título volaba de los escaparates de las librerías de toda Gran Bretaña. “Ahora se considera de gran elegancia entre las marisabidillas hablar de economía política”, dijo con desdén María Edgeworth. Seguro que la lectura de Martineau era menos agria que la del propio Ricardo.

Cultivar el corazón
Daniel Capó

Cultivar el corazón

En 1790, Noah Webster escribió un ensayo sobre la educación necesaria para una joven república. Exigía que sus alumnos conocieran la historia de su país y la de los grandes hombres que habían entregado su vida por la libertad. Sabía que, en una democracia, el adoctrinamiento es imprescindible para inculcar los principios de la virtud republicana en el corazón de los ciudadanos.

Todavía globales
Valentí Puig

Todavía globales

Quien sabe en qué estará pensando Chomsky ni qué queda de aquel Porto Alegre brasileño que iba a ser la nueva Roma de la antiglobalización. Lo que sabemos es que la aceleración del tiempo define nuestra época. La mentira como verdad existe desde siempre –con el paradigma de los ‘Protocolos de Sión’- pero la post-verdad es eso y algo más: su transmisión hiper-acelerada en el tiempo.