¿Cambio? ¿Qué cambio?
Cristian Campos

¿Cambio? ¿Qué cambio?

Se suele olvidar que la Generalitat de Cataluña nunca vio con buenos ojos los Juegos Olímpicos de Barcelona hasta que su éxito convenció a los líderes de CiU de que más valía subirse al carro de los entusiastas que poner palos en sus ruedas.

Ayn Rand, Donald Trump y Manolito Gafotas
José Carlos Rodríguez

Ayn Rand, Donald Trump y Manolito Gafotas

Elvira Lindo está perpleja. Perpleja porque Donald Trump lea libros. Perpleja porque en su ‘short list’ está la escritora rusa, nacionalizada estadounidense, Ayn Rand. Y perpleja porque ésta lleva décadas teniendo influencia sobre infinidad de personas. Es el sino del progre, vivir perplejo al observar que la realidad no se ajusta a su estrecha concepción del mundo, y escandalizado al comprobar que es así. El progre tiene la misma posición ante el mundo que una devota señora de Vetusta.

El caso en contra de la izquierda
Axel Capriles

El caso en contra de la izquierda

Venezuela se ha convertido en una papa caliente para la izquierda política.
Es un caso embarazoso, incómodo. A pesar de que ser de izquierdas es un
significante vacío y el término nacido del lugar en que se sentaron los diputados franceses con respecto al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente del 14 de julio de 1789 ha perdido todo sentido en los tiempos contemporáneos, una especie de atonía o inercia intelectual hace que la gente de izquierdas se vea a sí misma como progresista.

El ciudadano lee
Valentí Puig

El ciudadano lee

La política a golpe de “twitter” subordina aún más el ejercicio de la ciudadanía al todo a un euro o al “fast-food”. De forma más súbita que paulatina, dejamos de leer. Aunque un poco más comedido en los últimos tiempos, Donald Trump tuitea ahí donde Demóstenes o Lincoln recurrían a la grandeza de la palabra.

El Perro
Daniel Capó

El Perro

Cuenta Raül Garrigasait en su ensayo ‘El gos cosmopolita i dos espècimens
més’ (Acontravent, 2012) que el viejo filósofo griego Diógenes el Perro fue el primero en pronunciar la palabra “cosmopolita”, esto es, en definirse como “ciudadano del mundo”.

Por los pelos
Guillermo Garabito

Por los pelos

El bigote de Dalí ha sido padre. Si logran extraerle algo de ADN de un pelo -más que de un hueso-, el padre en caso afirmativo, digo yo, habrá sido el bigote. Y si resulta negativa la prueba habrá resultado otra fantástica campaña de publicidad para volver a dar actualidad a alguien que nunca la perdió. El ADN de Dalí, en honor a Dalí, habrá de ser un jaleo desoxirribonucleico como el que dibujó Chema Nieto ayer. Como el mismo Salvador. Tanto hablar del bigote, de cuidarlo, de promocionarlo, que el bigote ya cansado pudo haberse independizado del pintor, tener vida propia y engendrar hijos. Ser una simbiosis. Aquel bigote aficionado a las moscas limpias, “como vestidas por Balenciaga”.

Jesús Nieto

Glaciares sorpresa

Si en España se nos agrietara un pobre glaciar aparecerían, si es por el Aneto, una ristra de facturas impagadas de los ‘pujoles’. O quizá el cadáver momificado de un autónomo que fue a probar suerte como heladero vegano donde el cielo besa al picacho nevado. En España no quedan glaciares que merezcan la pena, sino una nieve sucia que queda pisada por el polvo sahariano en las zonas umbrías del Veleta cuando voy de senderismo con mi amigo Pulido en un ejercicio de tolerancia sufí y piedras.