División en la cúpula del Consejo Nuclear por el ascenso de una socialista no experta
El consejero Javier Dies asegura que la nueva vicepresidenta, Pilar Lucio, «no cumple con los criterios»

Central Nuclear Ascó (Tarragona). | Europa Press
El pasado 8 de mayo, uno de los cuatro consejeros del Consejo de Seguridad Nuclear, Javier Dies, emitió un voto particular negativo durante la sesión de pleno del organismo que designó a la consejera socialista Pilar Lucio como nueva vicepresidenta del CSN. Lucio se hizo famosa porque, semanas atrás, había defendido que «tener demasiados conocimientos podía ser contraproducente» para trabajar en dicho organismo.
Al día siguiente de la sesión, el pasado 9 de mayo, el organismo público aprovechó un comunicado en el que daba luz verde a un cambio en el plazo para la ejecución de una prueba de fugas en la central de Almaraz (Extremadura) para anunciar por la puerta de atrás el ascenso de la socialista. Los presentes fueron el presidente Juan Carlos Lentijo, y los cuatro consejeros: el mencionado Javier Dies, el doctor en Ciencias Físicas Francisco Castejón, la mencionada Pilar Lucio y la médico de familia y ex secretaria de Estado de Sanidad con el PSOE, Silvia Calzón.
Dies justificó su voto negativo argumentando que él cuenta con un mejor perfil para el puesto que va a ocupar Lucio. «La consejera votada por el actual presidente del CSN y por los tres consejeros del CSN, en el pleno del 8 de mayo, no cumple los criterios para su nombramiento como vicepresidenta del CSN desde el punto de vista de contribución a la independencia del CSN y desde el punto de vista de currículum sobre seguridad nuclear y protección radiológica en comparación con el consejero Javier Dies que cumple más en cuanto a los dos criterios».
Diferentes trayectorias
Para ello, Dies detalla su currículo, en el que muestra que es ingeniero, doctor y catedrático, además de sumar premios extraordinarios. Por otro lado, ha sido docente en ingeniería nuclear (profesor responsable de Fusión Nuclear y Física de Reactores nucleares, profesor colaborador y de cursos), investigador (proyectos en la comunidad europea, nacionales, dirección de tesis y publicaciones en revistas) y cuenta con experiencia (en la Red Europea de Educación Nuclear, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona y misiones internacionales con la Agencia Internacional de Energía Atómica).
Un currículo que dista del de la nueva vicepresidenta del Consejo de Seguridad Nuclear, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y que ha completado esa formación con algunos posgrados vinculados a esa materia. Durante su carrera profesional ha trabajado como directora de estudios sociológicos en el Ayuntamiento de Badajoz y en la mancomunidad de municipios del Valle del Jerte (Extremadura), además de ser consejera de Igualdad y Empleo con el PSOE (2007-2011) y diputada nacional (2011-2019) por el mismo partido.
Además, Dies señala que «su obligación como consejero es contribuir a mantener y, si se puede, a aumentar la seguridad nuclear en España. Una manera para contribuir a ello es manteniendo y, si se puede, mejorando el funcionamiento del Consejo de Seguridad Nuclear. Y una de las formas de contribuir a ese objetivo es desde el pleno del consejo, por ejemplo, que cada vez que hay que hacer un nombramiento en el CSN (jefe de unidad, jefe de proyecto…) se elija el mejor candidato, con el currículum más sólido para cada uno de esos puestos».
Narbona protege a Lucio
La actual presidenta del PSOE, Cristina Narbona, exconsejera del CSN (2012-2017), defendió el pasado 15 de abril a Pilar Lucio tras su polémica declaración el pasado 10 de abril. «Desde hace seis años ha sido injustamente criticada por expresar su opinión sobre las cualidades deseables para pertenecer a dicho órgano, donde, de acuerdo con la propia ley, no es imprescindible un conocimiento exhaustivo sobre energía nuclear», señaló.
Ese 15 de abril, Lucio se justificó: «Quiero decir, a pesar de que todos los odios ya vertidos, que mis declaraciones (mutiladas) forman parte de una amplia argumentación sobre cómo puede garantizarse la independencia de los miembros del pleno del regulador. Destaqué la importancia de tomar decisiones basadas en criterios científico-técnicos y la importancia de la experiencia institucional y de gestión pública para tomarlas. En ningún caso existe un desprecio por el conocimiento, si no más bien una gradación de la importancia de los mismos para ejercer esta responsabilidad. Son tiempos más fáciles para la confrontación que para la argumentación, para el juicio rápido que para profundizar en análisis».