Millo intentó convencer a Puigdemont de que se olvidara del "planteamiento suicida" del referéndum
El juicio del procés se ha reanudado este martes en el Tribunal Supremo con la declaración del exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo, que ha admitido que tuvo contactos con miembros de la Generalitat porque «dentro de las obligaciones» de su cargo entra esta función y que intentó convencer al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que se olvidara del «planteamiento suicida» de celebrar el referéndum del 1 de octubre.
El juicio del procés se ha reanudado este martes en el Tribunal Supremo con la declaración del exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo, que ha admitido que tuvo contactos con miembros de la Generalitat porque»dentro de las obligaciones» de su cargo entra esta función y que intentó convencer al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que se olvidara del «planteamiento suicida» de celebrar el referéndum del 1 de octubre. Después de Millo está previsto que declaren, entre otros, el exsecretario general técnico del Ministerio de Interior Juan Antonio Puigserver y el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, que coordinó el dispositivo policial del 1-O.
Millo ha remarcado que en sus conversaciones con miembros del Govern, en las que ha admitido que mantuvo reuniones con el entonces vicepresident Oriol Junqueras, al otro lado de la mesa se encontró «una silla vacía», y que «no había respuesta a nada que no fuera cometer un acto ilegal como un referéndum de independencia».
cuestionado sobre sus reuniones con Puigdemont, Millo ha aclarado que advirtió al expresident de la Generalitat de su planteamiento «suicida» que, además, «iba a perjudicar mucho al conjunto de la sociedad catalana», porque iba a «fracturar y a provocar problemas de convivencia».
Puigdemont le trasladó en esas reuniones que su intención era buscar «soluciones» que no significaran una confrontación con el Estado, aunque luego los hechos «lo contradicen», ha remarcado Millo, que ha informado de que la relación «formal» con Puigdemont se acabó el 6 de junio, cuando en un acto de la patronal le instó a no convocar el referéndum y encontrar «una salida en base a los problemas que preocupan a la ciudadanía» pero que su respuesta fue «tajante» y le dijo que no podía «dar marcha atrás».
Sobre las cartas a los alcaldes de Cataluña para que colaborasen en el referéndum Milo ha asegurado que no tiene constancia de cartas pero si peticiones en actos para que colaborasen, y ha explicado que se dirigió por escrito en una carta a los alcaldes para recordarles la obligación de colaborar con el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Constitucional.
Millo: «En Cataluña vivimos episodios de asedio, violencia e intimidación»
El exdelegado del Gobierno en Cataluña cree que pretendían «generar una ficción de una doble legalidad vigente en Cataluña» y que la Generalitat alimentaba ese discurso. Este clima se generó, según ha explicado, tras la aprobación de las leyes de deseconexión de Cataluña con el Estado. «Se generó una situación de mucha preocupación en Cataluña, de mucha incertidumbre», ha explicado Millo, que ha rememorado el clima que se vivía en la comunidad autónoma durante los meses más calientes del procés. A partir del día 10 de septiembre, cuenta el exdelegado del Gobierno, se produjeron situaciones de «hostigamiento» por parte del independentismo.
A la pregunta de por quién fueron lideradas estas protestas, Millo ha detallado que «hoy en día negar que las nuevas tecnologías de la comunicación y la información tienen una gran importancia en estas acciones de movilización de personas es negar la evidencia. Hay que tenerlo en cuenta, es muy importante». También ha señalado que ANC y Òmnium Cultural «lideran el movimiento civil», y que » a su alrededor gravitan otras organizaciones».
Sobre la jornada del 20 de septiembre y las protestas frente a la Conselleria de Economía Millo ha defendido que la actuación de los Mossos d’Esquadra » no fue del todo eficaz». En cuanto al 1 de octubre, a Enric Millo no le consta que los Mossos d’Esquadra cerraran algún centro en los días previos. «Creo que no se hizo», ha dicho.
Millo ha explicado que asistió a la Junta de Seguridad convocada por Puigdemont de forma «poco ortodoxa» que fue «un auténtico despropósito», que fue un «auténtico esperpento». En esa reunión de la Junta de Seguridad el Gobierno de la Generalitat «nunca dijo que el 1-O no se iba a celebrar», ha señalado Millo, y en ella el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, dijo que su obligación era dar cumplimiento al mandato judicial pero no dijo «cómo».
En cuanto a la posición del exconseller de Interior, Joaquin Forn, Millo ha aclarado que estuvo «siempre en la línea» de decir que no habían pedido ayuda a nadie y que la sola presencia de la Policía Nacional y la Guardia Civil era una «provocación». En ningún momento los Mossos les detallaron cómo iba a ser el dispositivo que iban a preparar. Al igual que hizo ayer el ex secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto, Millo ha sostenido que la respuesta de los Mossos era que si había niños y personas mayores no actuarían. Con esa respuesta, «ya veían lo que se iban a encontrar».
Millo: «El 1-O no era un referéndum, era otra cosa»
«Aquello podía calificarse de muchas maneras pero no era un referéndum, era otra cosa», ha dicho el exdelegado sobre el 1 de octubre, y ha destacado que muchas personas «se habían concentrado para impedir la actuación de la policía judicial» y no únicamente para votar. En este contexto, Millo considera «evidente» que los Mossos no cumplieron con el mandato judicial de impedir el referéndum. «No vi actuaciones concretas de los Mossos para incautar material o impedir el referéndum».
Durante la jornada del 1-O Millo se mantuvo en conexión con el coordinador del dispositivo, Pérez de los Cobos, y ha explicado que conoce la existencia de dos imágenes de heridos, pero que eran falsas. Una de ellas resultó ser de una carga policial en Tarragona en 2012, mientras que otra era de una chica con los dos dedos de la mano rotos, de la cual finalmente la chica confesó no ser verdadera, aunque «en pocas horas había dado la vuelta al mundo», ha explicado Millo.
Millo: «Las fuerzas y cuerpos de seguridad cumplieron profesionalmente con el mandato judicial»
Lo que sí ha dicho Millo que hubo el 1-O es violencia contra los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado. Según el exdelegado del Gobierno en Cataluña algunos de ellos le dijeron que habían caído en la trampa del Fairy, que consistía en que derramaban detergente y cuando los agentes resbalaban, aprovechaban para «patearles la cabeza». Millo ha respondido a la acusación popular que ejerce Vox que según la información de la que dispone 93 agentes fueron lesionados. En cuanto a las cargas policiales y los heridos durante la jornada del 1 de octubre, Millo ha asegurado que pidió información a las autoridades catalanas sobre el número de heridos que se habían producido y que «nunca recibió respuesta». Además, ha defendido la actuación policial: «Me consta que hasta el momento ninigún agente ha sido sancionado por fuerza excesiva».
A las 12:30, tras un receso de 30 minutos, ha tomado la palabra Xavier Melero, abogado de los exconsellers Joaquim Forn y Meritxell Borràs, que ha preguntado a Millo sobre las actividades que se realizaron para evitar el cierre de los colegios electorales: «Si analizamos las actividades extraescolares que se hicieron ese fin de semana y la comparamos con otros, veremos que el índice de actividad es brutal», se ha defendido Millo.
El abogado de Forn ha preguntado a Millo sobre el «clima de violencia» y por el número de detenciones el 1 de octubre y el 20 de septiembre, cifra que el exdelegado ha dicho desconocer y ha vuelto a insistir en el «clima de violencia» que se vivieron esos días. El abogado Melero ha aclarado que el Ministerio del Interior cifra en cinco las detenciones del 1-O y que el 20-S no hubo detenciones. «La violencia tiene relación directa con lo que vimos, observamos y comprobamos. Si no hubo detenciones habrá que preguntar a los cuerpos policiales presentes, los Mossos en ese caso, por qué no hubo detenciones», ha remarcado Millo.
Millo sobre los Mossos: «Creo que al final se impuso la línea política por encima del criterio profesional»
Melero ha vuelto a preguntar sobre la reunión de la Junta de Seguridad y a la actuación de los Mossos y de Trapero.»Creo que al final se impuso la línea política por encima del criterio profesional, porque en los Mossos hay grandes profesionales», ha señalado el exdelegado del Gobierno en Cataluña, que ha calificado la actitud de Trapero de «positiva» en general. Preguntado sobre la actuación del coronel Pérez de los Cobos, Millo ha dejado claro que actúa para ejercer como coordinador de las tres fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y ha asegurado que no acudía a las reuniones que se celebraron en la sede de la Delegación del Gobierno en Cataluña.
El siguiente en intervenir ha sido Andreu van den Eynde, el abogado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, que ha interrogado a Millo sobre cuántos episodios de violencia en Cataluña vio personalmente. «Solo los que me afectan a mí, amenazas a mi familia, a mi esposa y a mis hijos. El resto no estaba presente». También ha preguntado van den Eynde sobre el 20-S y los actos violentos: «Siempre he defendido el derecho de todo el mundo a defender sus ideas pacíficamente», ha dicho Millo.
«¿Pidió estado de sitio o excepción o una situación de interés para la seguridad nacional?», ha preguntado el letrado Francesc Homs a Millo. «No, yo consideré que la actuación de los cuerpos de seguridad tenía que ser suficiente para frenar estos actos», ha afirmado el exdelegado del Gobierno.
El letrado ha preguntado a Millo sobre los responsables policiales que tenían el cargo y le dijeron que en los Comités de Defensa de la República (CDR) había personas muy violentas. «No le puedo dar un nombre, yo creo que tendrá ocasión de tener aquí responsables policiales a los que podrá preguntar», ha respondido Millo.
Tras la finalización de la delcaración de Millo, ha intervenido la exconsellera de Presidencia de la Generalitat Neus Munté. En primer lugar, Munté ha negado que su salida del Govern en julio de 2017 tuviera motivaciones políticas y ha aludido a una falta de trabajo. También ha dicho que entonces le tenía no miedo, pero sí «respeto» a posibles responsabilidades penales por su papel en el procés. Y ha subrayado que, en el momento de su cese, no se contemplaba la vía unilateral por parte de la Generalitat ni la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno de Rajoy. También ha dicho que no percibió en ningún momento violencia ni radicalidad en el procés.