ERC trabaja para consolidar el bloque de investidura de cara a la nueva etapa presupuestaria. Si los de Oriol Junqueras celebraron la puesta en escena del líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, hablando sobre el daño causado por ETA, ahora tampoco quieren interferencias de Junts per Catalunya ni de su líder Carles Puigdemont a la hora de abordar la negociación sobre los Presupuestos Generales del Estado.
Fuentes de ERC consultadas por THE OBJECTIVE explican que su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, llevará el peso de las negociaciones y pondrá en valor la alianza «de izquierdas» y las políticas «sociales» en detrimento a una posible entente con Junts. Se trata de una estrategia marcada por la cúpula republicana ante la presión que prevén que ejercerá Puigdemont y sus fieles para buscar la «unidad» independentista y, de paso, intentar boicotear el «diálogo con el Estado».
En este sentido, y a diferencia de los que hizo con las cuentas del ejercicio pasado, Junts se ha abierto a negociar los Presupuestos de 2022, si bien con unas condiciones de las que ERC recela, ya que teme que sean solo una cortina de humo para denunciar un nuevo agravio del Gobierno «con Cataluña». Por esta razón, la formación republicana ha empezado a mover sus fichas con el fin de compactar la mayoría de investidura y orillar a sus socios en el Ejecutivo catalán. Junts ya ha avanzado que pedirá inversiones reales para la región del 19% y que se cumpla su ejecución.
Negociación exprés
Los de Gabriel Rufián aprovecharán la coyuntura de pandemia para hacer llamamientos a la responsabilidad y aprobar de forma exprés los Presupuestos. Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno, que todavía no ha profundizado en los contactos y quiere controlar los tiempos de la negociación pese a las presiones de sus principales socios.
Por otro lado, ERC ya ha empezado a explotar las «contradicciones» de Junts respecto a la Mesa de Diálogo. Este miércoles, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, exigía a sus socios durante la sesión de control en el Parlament estar en la Mesa si quieren unidad con las cuentas públicas. Cabe recordar que Aragonès vetó la presencia de dirigentes de Junts en el último encuentro bilateral por no ser miembros del Govern y abrió un nuevo cisma entre socios.
«No son relevantes»
Pese a la nueva línea de Junts de intentar que se escuche su voz en los Presupuestos, desde ERC asumen que sus cuatro diputados «no son relevantes». Desde la ruptura de Junts con el PDeCAT, este último ha asumido el papel pragmático en el espacio del centro derecha nacionalista. En el pasado ya apoyó las cuentas del Ejecutivo y no descarta volver a hacerlo. Son ahora los de Puigdemont, capitaneados por la diputada Míriam Nogueras, quienes intentan recuperar el terreno perdido y arrastrar a ERC hacia sus tesis.
Nogueras sigue fielmente las instrucciones de Waterloo. Su relación con Rufián es prácticamente inexistente y es precisamente en Madrid, en el Congreso, donde más se constatan las discrepancias entre ERC y Junts. La negociación de los Presupuestos abrirá otra pugna por la hegemonía nacionalista. Y los republicanos no están dispuestos a perder influencia ni a rebajarse a un frente común con Junts.