En plena tercera ola también de la crisis económica derivada de la pandemia que azota el país, un informe publicado este miércoles por el Banco Central Europeo (BCE) indica que España gastó en 2o20 un 1,3% del PIB en estímulos fiscales frente al 4% que se gastó de media. España es el último de los 19 países en el informe; en el cabo opuesto están socios como Lituania o Asutria, que gastaron más del 6% de su PIB.
Otro punto de vista: Economía critica que el informe del BCE no tiene en cuenta el gasto público dedicado a avales públicos como créditos a empresas, liberaciones fiscales, fondos autonómicos para Sanidad y Educación –16 millones de euros–, líneas de garantía o los ERTE –que supusieron un coste de 40 millones de euros–. «Si el gasto lo hubiera realizado la Administración central en lugar de las comunidades, sí se incluiría en la comparativa», han expresado fuentes del departamento de Nadia Calviño a El País.
El propio organismo es consciente de la dificultad de comparar el gasto en los diferentes países, con las distintas medidas aplicadas. «Cuantificar las medidas fiscales discrecionales en respuesta a la crisis de la covid-19 y compararlas entre distintos países es una actividad sujeta a diversos retos», asegura el documento.
España destaca en las medidas de liquidez, como los créditos ICO a empresas. En este parámetro, se sitúa en cuarta posición por detrás de Italia, Alemania y Francia. Los cuatro tienen un gasto similar, cercano al 15% del PIB.
El informe –Respuestas fiscales iniciales en los países de la eurozona a la crisis del coronavirus– también compara el gasto durante esta crisis con la de 2009. El resultado apunta a que España ha invertido esta vez poco más de la mitad de lo que invirtió entonces en afrontarla. Solo España y Luxemburgo gastaron más en 2009 que en la crisis derivada de esta pandemia.