Estados Unidos, ante el reto de volver a hacer historia
Donald Trump puso punto final a su campaña electoral con cinco mítines en cinco estados. El último de sus alegatos lo hizo en New Hampshire, estado en el que cosechó su primera victoria en la carrera republicana por la candidatura presidencial. «La pregunta de mañana es: ¿quiénes queréis que gobierne América, la clase política corrupta o la gente?”, aseguró Trump ante una audiencia entregada que le arengaba a construir un muro para frenar la inmigración. Erigiéndose en el candidato del pueblo frente al establishment, el magnate de 70 años prometió a sus miles de seguidores que desmantelará el Obamacare, reconstruirá el Ejército y aplicará una política dura contra la inmigración ilegal. Por su parte, Hillary Clinton puso toda la carne en el asador en Pensilvania, Michigan y Carolina del Norte. «Nos enfrentamos al examen de nuestro tiempo», aseguró Clinton ante alrededor de 40.000 personas en el Independence Hall de Filadelfia, arropada por Obama; la primera dama, Michelle; su esposo, Bill, y su hija, Chelsea. Horas más tarde, la candidata demócrata acabó su último acto de campaña en Raleigh, Carolina del Norte, con unos teloneros de lujo: Jon Bon Jovi, Lady Gaga y el Boss Bruce Springsteen. A 24 horas del cierre de los colegios, la ventaja de Clinton en el promedio de los sondeos de ámbito nacional había ascendido hasta el 3,2%, pero la incertidumbre persistía en cada una de las batallas que se libran en estados decisivos. Desde The Objective iniciaremos una cobertura especial tanto en redes sociales como en nuestro directo a partir de las 22.00 horas de España.
Tras una campaña electoral marcada por los descalificativos y las investigaciones del FBI en torno a los candidatos, llegó el día. El 8-N se recordará como un día histórico. Bien puede ser el día en el que Estados Unidos eligió a la primera presidenta de su historia o el día en el que el país más poderoso del mundo se decantó por el candidato más impopular y con menos perfil de político. Hillary Clinton y Donald Trump, han cerrado sus campañas en sitios claves y simbólicos para arañar los últimos votos.
Donald Trump puso punto final a su campaña electoral con cinco mítines en cinco estados. El último de sus alegatos lo hizo en New Hampshire, estado en el que cosechó su primera victoria en la carrera republicana por la candidatura presidencial. «La pregunta de mañana es: ¿quiénes queréis que gobierne América, la clase política corrupta o la gente?”, aseguró Trump ante una audiencia entregada que le arengaba a construir un muro para frenar la inmigración. Erigiéndose en el candidato del pueblo frente al establishment, el magnate de 70 años prometió a sus miles de seguidores que desmantelará el Obamacare, reconstruirá el Ejército y aplicará una política dura contra la inmigración ilegal. Por su parte, Hillary Clinton puso toda la carne en el asador en Pensilvania, Michigan y Carolina del Norte. «Nos enfrentamos al examen de nuestro tiempo», aseguró Clinton ante alrededor de 40.000 personas en el Independence Hall de Filadelfia, arropada por Obama; la primera dama, Michelle; su esposo, Bill, y su hija, Chelsea. Horas más tarde, la candidata demócrata acabó su último acto de campaña en Raleigh, Carolina del Norte, con unos teloneros de lujo: Jon Bon Jovi, Lady Gaga y el Boss Bruce Springsteen.
A 24 horas del cierre de los colegios, la ventaja de Clinton en el promedio de los sondeos de ámbito nacional había ascendido hasta el 3,2%, pero la incertidumbre persistía en cada una de las batallas que se libran en estados decisivos.
Desde The Objective iniciaremos una cobertura especial tanto en redes sociales como en nuestro directo a partir de las 22.00 horas de España.