Los votos protesta y marginales han ayudado en la victoria de Donald Trump
Sólo entre Gary Johnson y Jill Stein reúnen el 4% de los votos, algo más de cinco millones de estadounidenses optaron por ellos a la hora de acudir a las urnas. El número de votantes que fueron a reparar a libertarios y verdes ha sido mayor que el margen que decantó la victoria de Trump en muchos estados clave. Si esos votos hubieran recaído en Hillary Clinton, hoy estaríamos hablando de victoria demócrata. No obstante, los analistas coinciden en que no necesariamente los votantes de Johnson y Stein habrían votado por Clinton si sólo hubieran tenido la posibilidad de elegir entre republicanos y demócratas. La ruptura del ‘bipartidismo de facto’ en Estados Unidos es más que improbable, pero la existencia de partidos y candidatos marginales aseguran siempre una opción alternativa al establishment político. En estas elecciones, las redes sociales han jugado un papel clave a la hora de dar a conocer a estos candidatos outsiders, que han reclamado su sitio en los grandes medios.
La victoria de Donald Trump ha dejado todo tipo de análisis. Al contrario de lo que la gran mayoría cree, Estados Unidos no tiene un sistema bipartidista. Existen más partidos que los históricos Republicano y Demócrata, y también se presentan candidatos independientes a las elecciones. Aparte de Clinton y Trump, también a estas elecciones se postulaban Jill Stein (Partido Verde), Gary Johnson (Partido Libertario) y otros cinco independientes. Los analistas ya están relacionando los resultados electorales con los votos cosechados por estos otros candidatos más desconocidos.
Sólo entre Gary Johnson y Jill Stein reúnen el 4% de los votos, algo más de cinco millones de estadounidenses optaron por ellos a la hora de acudir a las urnas. El número de votantes que fueron a reparar a libertarios y verdes ha sido mayor que el margen que decantó la victoria de Trump en muchos estados clave. Si esos votos hubieran recaído en Hillary Clinton, hoy estaríamos hablando de victoria demócrata. No obstante, los analistas coinciden en que no necesariamente los votantes de Johnson y Stein habrían votado por Clinton si sólo hubieran tenido la posibilidad de elegir entre republicanos y demócratas. La ruptura del ‘bipartidismo de facto’ en Estados Unidos es más que improbable, pero la existencia de partidos y candidatos marginales aseguran siempre una opción alternativa al establishment político. En estas elecciones, las redes sociales han jugado un papel clave a la hora de dar a conocer a estos candidatos outsiders, que han reclamado su sitio en los grandes medios.