Duterte se felicita por la elección de Trump y rebaja el tono contra EEUU
«Ha sido una victoria merecida. Has sido elegido – le ha dicho a Trump – el líder del país más poderoso», declaró el presidente filipino en un encuentro con periodistas. Preguntado si piensa que podrá tener una buena relación con el presidente electo, contestó que él puede ser amigo de cualquiera, sobre todo, de políticos como Trump que no han dicho nada sobre el tema de los derechos humanos en Filipinas. «Nosotros no tenemos disputas. Yo puedo ser amigo de cualquiera, sobre todo de un presidente de otro país. Él no se ha entrometido en los derechos humanos». Duterte es objeto de duras críticas por parte de la comunidad internacional por su política contra las drogas y el narcotráfico de permitir y animar a los ciudadanos y policías a matar a los drogadictos y camellos. Es de sobra conocida la hostilidad mantenida por Duterte hacia Estados Unidos, país tradicionalmente aliado de Filipinas, y sus insultos a Barack Obama. Tras la elección de Trump ha cambiado el tono y se ha mostrado convencido de que el nuevo presidente podrá llevar a cabo sus planes anunciados en la campaña electoral, entre los cuales está la expulsión de los inmigrantes ilegales. Se estima que numerosos filipinos trabajan de forma ilegal en Estados Unidos.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que desde su victoria el 8 de noviembre ha sido recibido con reticencias por la mayoría de los líderes mundiales, ha sido objeto también de efusivas felicitaciones por parte de controvertidos políticos como el presidente ruso Vladimir Putin, el líder del independentista partido británico UKyP Nigel Farage – el primero en ser recibido por Trump – y la presidenta del partido de extrema derecha francés Frente Nacional, Marine Le Pen. Ahora ha sido el polémico presidente filipino, Rodrigo Duterte, quien ha expresado su apoyo al magnate republicano por «no inmiscuirse en temas de derechos humanos» de Filipinas.
«Ha sido una victoria merecida. Has sido elegido – le ha dicho a Trump – el líder del país más poderoso», declaró el presidente filipino en un encuentro con periodistas. Preguntado si piensa que podrá tener una buena relación con el presidente electo, contestó que él puede ser amigo de cualquiera, sobre todo, de políticos como Trump que no han dicho nada sobre el tema de los derechos humanos en Filipinas. «Nosotros no tenemos disputas. Yo puedo ser amigo de cualquiera, sobre todo de un presidente de otro país. Él no se ha entrometido en los derechos humanos». Duterte es objeto de duras críticas por parte de la comunidad internacional por su política contra las drogas y el narcotráfico de permitir y animar a los ciudadanos y policías a matar a los drogadictos y camellos.
Es de sobra conocida la hostilidad mantenida por Duterte hacia Estados Unidos, país tradicionalmente aliado de Filipinas, y sus insultos a Barack Obama. Tras la elección de Trump ha cambiado el tono y se ha mostrado convencido de que el nuevo presidente podrá llevar a cabo sus planes anunciados en la campaña electoral, entre los cuales está la expulsión de los inmigrantes ilegales. Se estima que numerosos filipinos trabajan de forma ilegal en Estados Unidos.