El Gobierno de Burundi desoye las voces que alertan de un genocidio inminente
Desde entonces más de 1.000 personas han muerto, varias centenas están desaparecidas, cerca de 8.000 permanecen en prisión por razones políticas y 300.000 han huido del país, según un informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH). «Estamos hablando constantemente de Irak y de Siria, pero nadie se preocupa por lo que está ocurriendo a diario en Burundi», lamenta Dimitris Christopoulos, presidente de la organización. «Aquí hay una violación extrema y sistemática de los derechos humanos a diario, lo que lleva irremediablemente al genocidio», añade. En el informe, la FIDH denuncia continuos casos de detenciones ilegales, ejecuciones extrajudiciales y actos de tortura por parte de las autoridades.
La sangrienta sombra de un genocidio planea sobre el país africano. Numerosos grupos de activistas han alertado este martes que la matanza indiscriminada de civiles se ha convertido en una probabilidad cada vez más certera, e instan a la comunidad internacional a tomar medidas que protejan a los ciudadanos. Burundi vive sumida en un clima de violencia y continuas protestas desde abril de 2015, cuando el hoy presidente Pierre Nkurunziza decidió presentarse al cargo por tercera vez consecutiva.
Desde entonces más de 1.000 personas han muerto, varias centenas están desaparecidas, cerca de 8.000 permanecen en prisión por razones políticas y 300.000 han huido del país, según un informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH). «Estamos hablando constantemente de Irak y de Siria, pero nadie se preocupa por lo que está ocurriendo a diario en Burundi», lamenta Dimitris Christopoulos, presidente de la organización. «Aquí hay una violación extrema y sistemática de los derechos humanos a diario, lo que lleva irremediablemente al genocidio», añade. En el informe, la FIDH denuncia continuos casos de detenciones ilegales, ejecuciones extrajudiciales y actos de tortura por parte de las autoridades.