Las dudas generadas sobre las elecciones en un Haití devastado
El CEP dice desconocer el número de personas que quedaron indocumentadas como consecuencia del paso del huracán Matthew, y a esto se suma el inconveniente que supone que muchos de los espacios que se utilizan como centros de votación sirven actualmente de albergues para decenas de miles de desplazados. Otro de los interrogantes que despiertan estas particulares elecciones es el asunto de la financiación. Un comerciante reconoció a Efe que «nadie sabe de dónde viene este dinero; es muy sospechosa la actuación de algunos candidatos». Los expertos también critican la ausencia de un discurso de cambio entre los candidatos. «La campaña electoral no tiene nada de diferente y nuevo, los candidatos hacen promesas y gastan dinero pero en el fondo no hay un discurso que muestre que hay esperanza», reconoce el economista Camille Charlmers. Entre la maraña de candidatos, los sondeos hacen la criba al seleccionar como favoritos a Jude Celestine (Lapeh), Jean Charles (Plataforma Pitit Dessalines) y Jovenel Moise (PHTK), ubicados en primera, segunda y tercera posición respectivamente. Más de seis millones de votantes están llamados a la cita con las urnas. Si ninguno de los candidatos obtiene el 50% más un voto, los haitianos deberán volver a las urnas para una segunda vuelta el 29 de enero de 2017.
Los haitianos no se han recuperado aún de la tragedia en forma de huracán que dejó 573 muertos, 75 desaparecidos y 175.000 personas sin hogar y tienen que acudir a las urnas para elegir presidente entre 27 candidatos. Haití vive un momento crucial con estos comicios, que fueron convocados después de que el Consejo Electoral Provisional (CEP) invalidara los resultados de las elecciones de octubre de 2015 por supuestas irregularidades. Estos comicios se celebran sin unas garantías propicias para que los votantes puedan acudir a las urnas, puesto que más de 600.000 personas que se encuentran en las zonas más afectadas no podrán ejercer el derecho al voto.
El CEP dice desconocer el número de personas que quedaron indocumentadas como consecuencia del paso del huracán Matthew, y a esto se suma el inconveniente que supone que muchos de los espacios que se utilizan como centros de votación sirven actualmente de albergues para decenas de miles de desplazados. Otro de los interrogantes que despiertan estas particulares elecciones es el asunto de la financiación. Un comerciante reconoció a Efe que «nadie sabe de dónde viene este dinero; es muy sospechosa la actuación de algunos candidatos». Los expertos también critican la ausencia de un discurso de cambio entre los candidatos. «La campaña electoral no tiene nada de diferente y nuevo, los candidatos hacen promesas y gastan dinero pero en el fondo no hay un discurso que muestre que hay esperanza», reconoce el economista Camille Charlmers. Entre la maraña de candidatos, los sondeos hacen la criba al seleccionar como favoritos a Jude Celestine (Lapeh), Jean Charles (Plataforma Pitit Dessalines) y Jovenel Moise (PHTK), ubicados en primera, segunda y tercera posición respectivamente.
Más de seis millones de votantes están llamados a la cita con las urnas. Si ninguno de los candidatos obtiene el 50% más un voto, los haitianos deberán volver a las urnas para una segunda vuelta el 29 de enero de 2017.