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La conquista de Mosul se complica por la llegada de milicias contrarias a la coalición internacional

Alrededor de 3.000 familias han abandonado la localidad y cerca de la mitad se dirige al suroeste, en dirección a Siria, mientras que los civiles restantes van al norte, hacia zonas controladas por comunidades kurdas. Las personas que están escapando de Tal Afar pertenecen a la comunidad musulmana suní, que compone la mayor parte de la población de la provincia de Nínive y de los alrededores de Mosul. La localidad también contaba con una comunidad chií, que huyó en 2014 cuando los extremistas del Estado Islámico avanzaron y tomaron el control de la región. El caos imperante en esta zona está siendo aprovechado por las unidades de Movilización Popular, formadas mayoritariamente por milicianos entrenados y apoyados por Irán, que están intentando rodear esta localidad con una mayoría de población turcomana. El Gobierno de Turquía está alarmado por la posibilidad de que Irán pueda ampliar su influencia en Irak con los grupos de milicianos en una zona más cercana a las fronteras con Turquía y Siria, donde Ankara está apoyando a los rebeldes opuestos al régimen del presidente Bashar al Assad. La ofensiva comenzó el 17 de octubre con apoyo aéreo y terrestre de la coalición liderada por Estados Unidos. La toma de Mosul se considera un paso crucial para desmantelar el califato, pero su liberación esta implicando la operación más compleja en Irak desde la invasión en 2003.

La conquista de Mosul se complica por la llegada de milicias contrarias a la coalición internacional

Reuters

La liberación de Mosul del grupo yihadista Estado Islámico va a requerir tiempo ante la necesidad de limitar el número de víctimas. Una de las consecuencias del horror de la guerra es el éxodo de población que huye de la muerte segura. El éxodo desde Tal Afar, a unos 60 kilómetros al oeste de Mosul, está causando preocupación entre las organizaciones humanitarias, ya que muchos civiles se están dirigiendo a territorios que siguen bajo el control del Estado Islámico donde no se les puede enviar ayuda, advierten funcionarios locales.

Alrededor de 3.000 familias han abandonado la localidad y cerca de la mitad se dirige al suroeste, en dirección a Siria, mientras que los civiles restantes van al norte, hacia zonas controladas por comunidades kurdas. Las personas que están escapando de Tal Afar pertenecen a la comunidad musulmana suní, que compone la mayor parte de la población de la provincia de Nínive y de los alrededores de Mosul. La localidad también contaba con una comunidad chií, que huyó en 2014 cuando los extremistas del Estado Islámico avanzaron y tomaron el control de la región. El caos imperante en esta zona está siendo aprovechado por las unidades de Movilización Popular, formadas mayoritariamente por milicianos entrenados y apoyados por Irán, que están intentando rodear esta localidad con una mayoría de población turcomana. El Gobierno de Turquía está alarmado por la posibilidad de que Irán pueda ampliar su influencia en Irak con los grupos de milicianos en una zona más cercana a las fronteras con Turquía y Siria, donde Ankara está apoyando a los rebeldes opuestos al régimen del presidente Bashar al Assad.

La ofensiva comenzó el 17 de octubre con apoyo aéreo y terrestre de la coalición liderada por Estados Unidos. La toma de Mosul se considera un paso crucial para desmantelar el califato, pero su liberación esta implicando la operación más compleja en Irak desde la invasión en 2003.

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