Polémica en Israel por no permitir que mujeres en minifalda entraran al Parlamento
Según informa Al Jazeera, los miembros del personal del Parlamento de Israel aseguran que los oficiales de seguridad en el Knesset han comenzado a aplicar estrictamente las reglas sobre la longitud de las faldas sin dar una razón, impidiendo la entrada de aquellas trabajadoras que llevaran «minifaldas». Como consecuencia, durante la mañana del miércoles unos 50 miembros del personal y algunos parlamentarios se reunieron en la entrada como protesta. Entre los allí reunidos, un parlamentario de más edad, Manuel Trajtenberg, se despojó de su camiseta y gritó: «¡Todos tendréis que usar burkas!». En un comunicado, funcionarios del Knesset, denuncian que la protesta en las puertas del Parlamento es una «provocación organizada» y que el personal de seguridad estaba «haciendo su trabajo para hacer cumplir un código de vestimenta que ha estado en vigor durante años». En contraposición, los manifestantes y las mujeres a las que no se les permitió la entrada, aseguran que su vestimenta era la adecuada y han mostrado su descontento ante la actuación del personal de seguridad por considerarla machista y retrógrada.
Los oficiales de seguridad del Knesset, el Parlamento israelí, denegaron la entrada a más de una decena de mujeres que acudían allí a trabajar por considerar que no cumplían con el código de vestimenta al llevar faldas eran demasiado cortas. La polémica medida, impuesta desde hace unos días sin aportar explicaciones, ha dado lugar a manifestaciones en la entrada del edificio, donde 50 miembros del personal y algunos parlamentarios se reunieron en señal de apoyo.
Según informa Al Jazeera, los miembros del personal del Parlamento de Israel aseguran que los oficiales de seguridad en el Knesset han comenzado a aplicar estrictamente las reglas sobre la longitud de las faldas sin dar una razón, impidiendo la entrada de aquellas trabajadoras que llevaran «minifaldas». Como consecuencia, durante la mañana del miércoles unos 50 miembros del personal y algunos parlamentarios se reunieron en la entrada como protesta. Entre los allí reunidos, un parlamentario de más edad, Manuel Trajtenberg, se despojó de su camiseta y gritó: «¡Todos tendréis que usar burkas!». En un comunicado, funcionarios del Knesset, denuncian que la protesta en las puertas del Parlamento es una «provocación organizada» y que el personal de seguridad estaba «haciendo su trabajo para hacer cumplir un código de vestimenta que ha estado en vigor durante años». En contraposición, los manifestantes y las mujeres a las que no se les permitió la entrada, aseguran que su vestimenta era la adecuada y han mostrado su descontento ante la actuación del personal de seguridad por considerarla machista y retrógrada.