Trump acusa a Obama de estar detrás de las críticas contra él
Trump ha afirmado que tiene «algunas ideas» sobre quién o quiénes están filtrando información a la prensa sobre el funcionamiento de la nueva Casa Blanca o de algunas agencias del Gobierno, y reiteró que aún queda «gente de otros Gobiernos, de otras Administraciones». También se ha refirido a una información de la publicación Politico en la que se indica que el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, revisó los teléfonos de su personal para confirmar que las filtraciones no venían de su departamento. «Sean es un buen ser humano. Yo lo habría hecho de otra manera, pero estoy de acuerdo con ello», justificó Trump. El presidente ha admitido algunas carencias, como que su «mensaje no es bueno». Si tuviera que darse una nota sería un aprobado raspado, pero considera que tiene un sobresaliente en «esfuerzo» y «logros». «Cuando veo historias sobre que Donald Trump no ha llenado centenares de puestos – de funcionarios públicos en entidades clave -, eso es porque, en muchos casos, no queremos llenar esos puestos», dijo en otro momento el mandatario, quien antes de llegar a la Casa Blanca se comprometió a reducir el número de funcionarios públicos, aunque los medios y analistas siguen sorprendidos por su falta de personal de alto perfil en ministerios como el Departamento de Estado o el de Defensa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está convencido de que las críticas contra él y su equipo de gobierno filtradas a la prensa y las protestas están orquestadas desde el entorno de su antecesor en la Casa Blanca e incluso del propio Barack Obama, según ha asegurado este martes en una entrevista concedida a la cadena Fox. «Creo que el presidente Obama está detrás de ellas, su gente está, sin duda, detrás», ha declarado Trump al programa matinal Fox & Friends que también ha reconocido algunos problemas para transmitir su mensaje.
Trump ha afirmado que tiene «algunas ideas» sobre quién o quiénes están filtrando información a la prensa sobre el funcionamiento de la nueva Casa Blanca o de algunas agencias del Gobierno, y reiteró que aún queda «gente de otros Gobiernos, de otras Administraciones». También se ha refirido a una información de la publicación Politico en la que se indica que el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, revisó los teléfonos de su personal para confirmar que las filtraciones no venían de su departamento. «Sean es un buen ser humano. Yo lo habría hecho de otra manera, pero estoy de acuerdo con ello», justificó Trump.
El presidente ha admitido algunas carencias, como que su «mensaje no es bueno». Si tuviera que darse una nota sería un aprobado raspado, pero considera que tiene un sobresaliente en «esfuerzo» y «logros». «Cuando veo historias sobre que Donald Trump no ha llenado centenares de puestos – de funcionarios públicos en entidades clave -, eso es porque, en muchos casos, no queremos llenar esos puestos», dijo en otro momento el mandatario, quien antes de llegar a la Casa Blanca se comprometió a reducir el número de funcionarios públicos, aunque los medios y analistas siguen sorprendidos por su falta de personal de alto perfil en ministerios como el Departamento de Estado o el de Defensa.