El primer ministro de Irlanda pide a Trump que ayude a los indocumentados irlandeses en EEUU
El primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, ha pedido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ayude a los ciudadanos irlandeses que actualmente residen de manera ilegal en el país, informan varios medios. Tan solo quieren «volver a hacer a América grande», ha asegurado Kenny, en referencia al eslogan Make America great again que el magnate utilizó y popularizó durante su campaña presidencial. La reunión de ambos líderes se produjo en el marco de las celebraciones del Día de San Patricio, que Trump ha celebrado con Kenny en la Casa Blanca.
El primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, ha pedido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ayude a los ciudadanos irlandeses que actualmente residen de manera ilegal en el país, informan varios medios. Tan solo quieren «volver a hacer a América grande», ha asegurado Kenny, en referencia al eslogan Make America great again que el magnate utilizó y popularizó durante su campaña presidencial. La reunión de ambos líderes se produjo en el marco de las celebraciones del Día de San Patricio, que Trump ha celebrado con Kenny en la Casa Blanca.
«Queremos que esto se solucione. Eliminaría una carga para muchísima gente que quiere salir y decir abiertamente: ‘Ahora soy libre de contribuir a los Estados Unidos como sé que puedo hacerlo’. Y eso es lo que quiere la gente», ha defendido el primer ministro irlandés. Unas 50.000 personas del país europeo viven actualmente en Estados Unidos. También sobre inmigración habló con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, que, a su vez, elogió a Irlanda como «una isla pequeña pero especial», informa Efe. Además, bromeó intentando imitar el acento irlandés
Just met with @SpeakerRyan – important we represent the interests of our undocumented at all levels of US Govt. pic.twitter.com/O3XGa0HyS1
— Enda Kenny (@EndaKennyTD) 16 de marzo de 2017
Donald Trump centró su reunión con Kenny en reconocer los valores de Irlanda, donde además el conglomerado empresarial del mandatario tiene un hotel y un campo de golf, y apenas hizo alusiones políticas. «La orgullosa tradición que comenzó en 1762 ha florecido y ahora es celebrada por los estadounidenses de todas las creencias y antecedentes en toda nuestra tierra, muy hermosa y muy especial», afirmó.
El magnate no prometió nada abiertamente en materia migratoria, pero deslizó un mensaje: «Así como celebramos nuestra historia compartida y nuestra amistad duradera, nos comprometemos a trabajar juntos, para construir sobre ese vínculo el beneficio de nuestros ciudadanos para muchas más generaciones futuras».