China pide a los refugiados que llegan de Birmania que entreguen sus armas
Algunos de los miles de refugiados que han entrado en territorio chino para huir del conflicto entre el Ejército de Birmania y minorías étnicas de ese país han introducido gran número de armas en China, por lo que se ha pedido que las entreguen a las autoridades, según ha informado este viernes el diario Global Times.
Algunos de los miles de refugiados que han entrado en territorio chino para huir del conflicto entre el Ejército de Birmania y minorías étnicas de ese país han introducido gran número de armas en China, por lo que se ha pedido que las entreguen a las autoridades, según ha informado este viernes el diario Global Times.
La petición ha partido del Gobierno local de Lincang, comarca del sur de China fronteriza con áreas en conflicto de Birmania (Myanmar), que en una nota a través de internet ha denunciado que los enfrentamientos en el norte del país vecino «han conllevado una enorme entrada de armas» en esa zona del país.
«Los residentes sin antecedentes penales que entreguen esas armas serán recompensados», añade la nota, que promete 500 yuanes (72 dólares) por cada rifle dado a las autoridades, 200 yuanes (29 dólares) por cada pistola o granada, y dos yuanes (29 centavos de dólar) por bala.
Más de 20.000 personas han huido de Birmania a China a raíz de que el conflicto armado se reanudara en el país vecino a principios de este mes. China ha sufrido en los últimos años varios casos de «daños colaterales» debido a estos conflictos, entre ellos la muerte de varias personas por proyectiles y explosivos lanzados desde suelo birmano pero caídos en territorio chino.
Esta semana, el estatal Banco Agrícola de China bloqueó una cuenta ligada a un grupo insurgente birmano, según el Gobierno de Myanmar, que agradeció a Pekín esta medida. Medios de ese país también adelantaron que el presidente birmano, U Htin Kyaw, visitará China en abril, un viaje en el que se espera que la tensa situación fronteriza sea uno de los principales temas de discusión con los líderes del régimen comunista.
El conflicto se complica por el hecho de que muchos refugiados y protagonistas del enfrentamiento armado con Birmania, como la minoría kokang, comparten etnia, lengua y cultura con China.
Esta semana también se conoció que Erik Prince, el fundador de la empresa militar privada estadounidense Blackwater, que participó en la ocupación de Irak la pasada década, planea abrir un centro de entrenamiento paramilitar en esa zona del territorio chino fronteriza con Birmania.
Su nueva firma, Frontier Services Group, está especializada en prestar servicios de seguridad y protección en zonas fronterizas y conflictivas del gigante asiático. Prince está ligado a la nueva Administración estadounidense del presidente Donald Trump, ya que es hermano de la actual secretaria de Educación de EEUU, Betsy DeVos, y habitual tertuliano de radio junto a Stephen Bannon, estratega jefe de la Casa Blanca.