Trump y el chef José Andrés ponen fin a su batalla legal
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el chef español José Andrés, han puesto este viernes fin al litigio que mantenían desde que el cocinero incumplió un contrato para abrir un restaurante en el hotel del magnate en Washington. El motivo de este incumplimiento fueron los comentarios sobre los inmigrantes mexicanos del presidente estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el chef español José Andrés, han puesto este viernes fin al litigio que mantenían desde que el cocinero incumplió un contrato para abrir un restaurante en el hotel del magnate en Washington. El motivo de este incumplimiento fueron los comentarios sobre los inmigrantes mexicanos del presidente estadounidense.
Donald Trump Jr., hijo mayor del magnate y quien gestiona su empresa Trump Organization, y la empresa de José Andrés, ThinkFoodGroup, han anunciado un acuerdo amistoso después de dos años de “duro litigio”. Sin embargo, el comunicado mediante el cual han realizado el anuncio no incluía los términos del acuerdo, que describen como “confidenciales”.
“Me complace que hayamos sido capaces de resolver nuestras diferencias y avanzar de forma cooperativa, como amigos. Tengo un gran respeto por el compromiso de la Organización Trump con la excelencia en la reconstrucción de la antigua Oficina de Correos (el edificio del Hotel Trump en Washington)”, ha dicho el chef. “Me alegro de que hayamos sido capaces de dejar este asunto atrás y de seguir adelante como amigos”, ha dicho Donald Trump Jr.
Trump y José Andrés libraban una batalla legal desde el año 2015, cuando el chef rompió el acuerdo por el que se comprometía a abrir un restaurante en el nuevo hotel de lujo Trump International. La decisión se debió a unos comentarios del presidente en los que calificaba a los inmigrantes mexicanos de criminales y violadores.
Los abogados del chef argumentaron que el restaurante se vería dañado por estos comentarios, ya que iba a ser un establecimiento hispano. Trump demandó a la empresa del cocinero y pidió una indemnización de diez millones de dólares. José Andrés respondió a la demanda con otra para reclamarle ocho millones por el dinero invertido en el desarrollo del restaurante.
Pese a los intentos de su equipo por evitarlo, esta demanda forzó a Trump a prestar declaración jurada dos semanas antes de ser investido presidente.