La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa retira el apoyo a su presidente Pedro Agramunt

La Mesa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) ha retirado este viernes su confianza al senador del Partido Popular (PP) Pedro Agramunt como presidente de la entidad tras su encuentro en Damasco con el presidente sirio Bashar Al Assad, según ha informado el Consejo de Europa en un comunicado.

Este órgano también ha decidido que el senador no estará autorizado a asistir a reuniones o realizar declaraciones públicas como presidente de la PACE. Sin embargo, el senador valenciano, de 65 años, que preside esta instancia desde enero de 2016, seguirá al frente de la misma hasta el fin de su mandato en diciembre, ya que «rechaza dimitir» y la Asamblea no tiene poder para destituirlo, precisa el comunicado.

El vicepresidente, Sir Roger Gale, ha expresado que Agramunt “no ha asistido a la reunión del viernes y no ha presentado su carta de dimisión”. Como resultado, y en el contexto de la normativa de procedimiento actual, “el presidente no puede ser obligado a dimitir, por lo que la Mesa ha considerado necesario adoptar esos pasos”, ha explicado el propio Gale, que ha presidido la reunión. Por su parte, el británico ha defendido que “los estándares y los principios de la Asamblea Parlamentaria son más importantes que cualquier miembro individual y la integridad de la Asamblea debe mantenerse”. El senador, que no ha vuelto a aparecer en el hemiciclo de la Asamblea de Estrasburgo desde el martes, no participó en esta reunión del órgano dirigente.

Agramunt y el diputado del Partido Demócrata Catalán Jordi Xuclà, viajaron el pasado mes de marzo a Siria junto a otros parlamentarios de países europeos y de Rusia, y fueron recibidos por Assad. El senador del PP ha indicado que el Gobierno español tenía constancias del viaje, aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores ha explicado que le desaconsejó realizarlo y el embajador ante el Consejo de Europa dejó claro que si lo hacía sería a título personal, ni en representación del gobierno de España ni de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Tras el revuelo que provocó el encuentro con Assad, varios parlamentarios de distintos grupos políticos, incluidos algunos miembros del Partido Popular Europeo, han pedido la dimisión de Agramunt. El senador español presentó sus disculpas y después explicó, durante una «audiencia» dedicada enteramente a esta polémica, que había sido «manipulado» por los medios rusos que informaron de su encuentro con el presidente sirio. Pero no convenció mucho a sus compañeros.

Estos sobresaltos son inéditos en la larga historia de esta institución, que permite a 324 parlamentarios de 47 países de Europa reunirse cuatro semanas al año en Estrasburgo, para debatir sobre la defensa de los derechos humanos, de la promoción del Estado de derecho y de la lucha contra la corrupción.