Nueva ola de violencia y represión contra los manifestantes en Venezuela
Una marcha multitudinaria de opositores intentó avanzar hacia el oeste de Caracas este jueves, cuando se cumplen 40 días de protestas en Venezuela, pero acabó disuelta y con enfrentamientos entre encapuchados y las autoridades, un nuevo escenario de violencia que ha hecho ascender a 39 las muertes registradas en el país, con el asesinato por un arma de fuego de un joven de 27 años y el fallecimiento de un hombre que recibió un tiro dos días atrás en una protesta en la ciudad occidental de Mérida, según ha confirmado la Fiscalía de Venezuela.
Una marcha multitudinaria de opositores intentó avanzar hacia el oeste de Caracas este miércoles, cuando se cumplen 40 días de protestas en Venezuela, pero acabó disuelta y con enfrentamientos entre encapuchados y las autoridades, un nuevo escenario de violencia que ha hecho ascender a 39 las muertes registradas en el país, con el asesinato por un arma de fuego de un joven de 27 años y el fallecimiento de un hombre que recibió un tiro dos días atrás en una protesta en la ciudad occidental de Mérida, según ha confirmado la Fiscalía de Venezuela.
La marcha opositora convocada por la oposición con la intención de llegar a la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) fue frenada nuevamente por policías y militares de la Guardia Nacional, que neutralizaron la protesta con gases lacrimógenos, disparo de balines, perdigones cargados de plomo y chorros de agua, cuando los manifestantes alcanzaron la principal autopista de Caracas, que conecta el este con el oeste de la ciudad, según informa la agencia Efe.
La muerte del joven Miguel Castillo, de 27 años, y al menos 177 heridos fueron el saldo de la movilización de la oposición. La MUD ha condenado la muerte de Castillo que, según el diputado opositor José Manuel Olivares, fue asesinado por «la guardia nacional con una metra (canica)» de lo que ha asegurado que tiene «la evidencia» medica y clínica.
Métodos no convencionales
El enfrentamiento con los cuerpos de seguridad durante la marcha del 10 de mayo ha incluido métodos nada convencionales, utilizados por “la resistencia”, como se denominan a sí mismos los jóvenes opositores que libran intensas jornadas de protestas contra el presidente Nicolás Maduro, según reporta el diario venezolano El Estímulo. Mientras los efectivos de la Guardia Nacional lanzaban gases lacrimógenos y chorros a presión de agua para dispersar la protesta, a la altura de Bello Monte de la autopista, un grupo de manifestantes respondía con piedras, botes de pintura y tarros de excremento, conocidos ya en el país caribeño como cócteles «puputov».
Los proyectiles eran lanzados con resorteras, o con la mano limpia, en dirección a donde estaban los represores y sus vehículos blindados, tenían diferentes presentaciones y muchos de ellos contenían heces humanas o de animales, ha explicado uno de los manifestantes al diario El Estímulo.
En uno de los puntos, en el sector La Candelaria, se reportó también la presencia de hombres con pasamontañas que a bordo de motocicletas dispararon en medio de la concentración. En esa zona, más temprano se produjo la detención del dirigente del partido Voluntad Popular (VP) Sergio Contreras, según denunciaron varios diputados opositores. Dirigentes opositores han denunciado en varias ocasiones la presencia de grupos armados para intimidar la manifestaciones opositoras y aseguran que estos actúan con el consentimiento de la Policía Nacional y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Estos señalamientos han sido negados por las autoridades que, por su parte, acusan a los opositores de ser los responsables de la violencia y de organizar a su vez grupos armados contra sus propios manifestantes.
El ministro del Interior, Néstor Reverol, ha reiterado este miércoles esas acusaciones, y ha atribuido la responsabilidad de la violencia al presidente del Parlamento de ese país, el opositor Julio Borges, una acusación que ya han hecho representantes del Gobierno en otras ocasiones, pero de la que no se han hecho hasta ahora acusaciones formales.
Más protestas y otro «plantón nacional»
Al final de la jornada, los opositores han llamado a sus partidarios a acompañar este jueves una caminata que realizarán en Caracas hasta el lugar en el que murió Miguel Castillo y ha convocado un «cacerolazo» contra el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, a quien responsabilizan de la muerte del joven.
La oposición venezolana también ha pedido a sus simpatizantes ir preparándose para otro «plantón nacional» en las calles el próximo lunes «porque Venezuela sigue levantando su voz contra la opresión y Venezuela sigue levantando su voz para que se respete la Constitución».