Los "cambios de opinión" de Sánchez y la abstención al PP centran el debate del PSOE

Los tres aspirantes a ocupar la secretaría general del PSOE en las primarias del próximo domingo, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, han protagonizado este lunes un debate televisivo en el que han expuesto sus diferencias en medio de una gran división interna y pugna por el poder. La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, la que más avales ha conseguido de los militantes, ha considerado que ella es la mejor candidata por el hecho de estar gobernando esta región, donde el PSOE tiene el poder desde hace 35 años.

Díaz ha apostado por una «izquierda útil» y ha recordado el fracaso del PSOE en las últimas elecciones, cuando su rival Pedro Sánchez lideraba el partido y cuando se obtuvo el peor resultado en 40 años, con 84 diputados de 350. «Tu problema no soy yo, eres tú», le ha espetado la presidenta andaluza al ex líder del PSOE.

Por su parte, Pedro Sánchez ha recordado con insistencia «la frustración» de los socialistas con la abstención del PSOE en la reelección del conservador Mariano Rajoy (PP), a la que él se oponía y por lo que dimitió el pasado 1 de octubre como secretario general del partido. El antiguo líder y candidato actual ha insistido en que a la vista de los «casos de corrupción que se le amontonan al PP», la abstención socialista en la investidura de Rajoy fue «el peor de los errores cometidos en los últimos años» por su partido.

El tercer candidato en liza, el expresidente del Gobierno del País Vasco Patxi López, ha reconocido el «error» de la abstención socialista, y ha intentado centrar el debate en sus propuestas para superar la división actual y convertirse en una alternativa desde la izquierda al conservador Partido Popular. «La izquierda pierde cuando no es la izquierda», ha dicho, y ha apelado a terminar con la «división» del partido y a «definir» el proyecto socialista para cambiar la vida de los ciudadanos después de años de políticas «neoliberales» del PP.

Los 188.000 militantes del PSOE votarán a su nuevo líder el próximo día 21, después de meses de división interna, que han desdibujado el papel de los socialistas como alternativa de gobierno en un momento en el que el gubernamental PP está perdiendo apoyos debido a su relación con numerosos casos de corrupción.