Irak lanza una ofensiva contra uno de los dos últimos bastiones del Estado Islámico
Las fuerzas iraquíes han lanzado este jueves una ofensiva contra la localidad de Hawija, uno de los dos últimos bastiones en Irak del Estado Islámico (EI), que también pierde posiciones en Siria. La región de Hawija había sido la primera, junto con la de Mosul, en caer en manos de los yihadistas en junio de 2014. El EI llegó entonces a controlar un tercio de Irak y cerca de la mitad de Siria, un territorio tan grande como Italia. Pero su llamado «califato», proclamado en 2014 a caballo entre estos dos países, se derrumba ante las ofensivas de sus adversarios apoyados por Estados Unidos o Rusia.
Las fuerzas iraquíes han lanzado este jueves una ofensiva contra la localidad de Hawija, uno de los dos últimos bastiones en Irak del Estado Islámico (EI), que también pierde posiciones en Siria. La región de Hawija había sido la primera, junto con la de Mosul, en caer en manos de los yihadistas en junio de 2014. El EI llegó entonces a controlar un tercio de Irak y cerca de la mitad de Siria, un territorio tan grande como Italia. Pero su llamado «califato», proclamado en 2014 a caballo entre estos dos países, se derrumba ante las ofensivas de sus adversarios apoyados por Estados Unidos o Rusia.
«Al alba de un nuevo día, anunciamos el lanzamiento de la primera etapa de la liberación de Hawija, conforme al cumplimiento de nuestro compromiso (…) de liberar todo el territorio iraquí y de purgarlo de las bandas terroristas de Dáesh», ha afirmado el primer ministro iraquí Haider al Abadi, en un comunicado, refiriéndose al Estado Islámico por su acrónimo en árabe. Hawija, ubicada en la provincia petrolera de Kirkuk, es la última ciudad importante de Irak, junto con Al Qaim, aún en manos del grupo.
No más santuarios
Este jueves por la mañana se escuchaban violentos bombardeos de artillería y cómo ejército se dirigía hacia Sharqat, una localidad ubicada al suroeste de Hawija. Hawija, a 180 km al sureste de Mosul y 250 km al noreste de Bagdad, tiene unos 70.000 habitantes y está poblada en su gran mayoría por árabes sunitas. «Dáesh pierde terreno (…) Pronto ya no habrá más santuarios en Irak», ha afirmado este jueves el portavoz de la coalición internacional liderada por Washington, el coronel Ryan Dillon, en rueda de prensa en Bagdad.
Desde hace años, el gobierno federal de Bagdad y la región autónoma del Kurdistán iraquí, situada al norte y al este de la provincia de Kirkuk, se disputan esta zona, rica en hidrocarburos. La batalla por la reconquista de Hawija se produce cuando se acerca la fecha prevista del referéndum sobre la independencia del Kurdistán iraquí, en el que Kirkuk decidió participar, contra la opinión de Bagdad que considera esta consulta contraria a la Constitución iraquí.
Zona de tensiones
La región de Kirkuk había sido apodada por las fuerzas estadounidenses, que invadieron el país en 2003, como el «Kandahar de Irak», en referencia a los talibanes de Afganistán, debido al gran número de atentados cometidos contra sus soldados en esta zona. Durante muchos años fue considerada como un polvorín por las tensiones entre la comunidades chiita y sunita.
En abril de 2013, las fuerzas de seguridad dominadas por los chiíes intervinieron en una manifestación de protesta contra la supuesta discriminación del gobierno contra los sunitas. En los enfrentamientos murieron 50 personas y este incidente se convirtió en una fecha clave para el estallido de la violencia sectaria que duró años y que culminó con la ofensiva del EI, que dominó amplias extensiones del territorio al año siguiente.
Hawija está también en el territorio de disputa entre los grupos árabes y kurdos. Después de que el Estado Islámico conquistara grandes extensiones del territorio iraquí en una operación relámpago, las fuerzas kurdas lanzaron una contraofensiva que los llevó a controlar varias zonas de la provincia de Kirkuk, que nominalmente está bajo control federal.
Paralelamente a la ofensiva en Hawija, las fuerzas iraquíes prosiguen su ofensiva en el desierto del oeste de Irak. La operación, apoyada por los aviones de la coalición internacional antiyihadista y los helicópteros del ejército iraquí, busca apoderarse de tres localidades que siguen en manos de los yihadista, a unos 100 kilómetros de la frontera siria en la inmensa y desértica provincia de Al Anbar.
El objetivo de las tropas iraquíes es recuperar Anna, Rawa y por último Qaim, última localidad antes de la frontera y de la provincia siria de Deir Ezzor.